LA CORRUPCIÓN

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Y así me quedé con la lección dictada aunque no aprendida. .  .pues poco me ha lucido el pelo, por lo visto y seguramente por “corto”.

            De entonces a ahora, desde la más clásica picaresca a la truhanería actual, desde los Lazarillos, Guzmanes, Monipodios, hidalgos fantoches, ganapanes ocurrentes. . . hasta los golfos de ahora mismo, de hace tan poco, de los años dorados del pelotazo, desde cuando en España no se ponía el sol de las posibilidades de hacernos todos infinitamente millonarios. .  .hasta anteayer, con el personal engominado, abrillantado y brutalmente insensibilizados hacia el declive de los más desgraciados entre “el populacho” que no llega a final de mes, y los cohechos, las prevaricaciones, las comisiones, las recalificaciones, los fraudes fiscales, el robo indoloro e incruento .  . .y tal y tal, Gili el señor, Gili la señora.

            Mientras uno echa en falta, tanto que se escandaliza uno, tanto que se desespera quien no entiende y solo tiene náuseas, ante la ausencia de cualquier referente moral, una guía espiritual de valores y principios que hubiese sido voz y faro en el fárrago de codicia y picardía que ha ido, exactamente, anegando de porquería y asfixiante podredumbre el panorama humano de nuestro país venido a menos, venido a nada, venido a la vergüenza de lo que pueda quedar de decencia y dignidad. Quienes se autoproclamaban fuera de toda condición semihumana, interlocutores directos y privilegiados con la verdad revelada, . . . pues eso mismo, algo más de pedestre integridad  y andariega ejemplaridad.

            Y es que nuestros perceptibles y purpurados valedores de principios y valores se han dedicado a otras cosas. .  .¿más terrenales?. .  .¡sin duda!.  Desde sus confesionarios y púlpitos, atesorando poder y prebendas, enquistados en salpicarnos de contrita culpa sobre la carne, el sexo, y el demonio .  . .que se fueron inventando, sin un portazo, sin un puñetazo, sin una palabra de denuncia humanitaria, un sermón, una lección moral . . .que viniese a dejar las cosas del César . .  .en el filo de la duda y la sospecha .  . .¡qué menos!.  . .mientras acumulaban pobres y fieles analfabetos, crédulos y culpables de lesa y promiscua indigencia, .  . .porque . .  .aseguraban . . . que el reino lo alcanzarían . .  .tras la muerte. .  . a sus pies malditos de cobarde parcialidad.

            Mientras santificaban, bajo palio, caciques, señoritos, somatenes, dictadorzuelos meapilas, codiciosos arribistas, caimanes insaciables, golfos endomingados, rutilantes pícaros de gomina y cuello duro . .  .entreteniendo al personal oprimido con sexo  y carne prohibida  y “vuelta al rabo la alfalfa”. .  .aliados los mitrados con los próceres, siempre en aras del poder y la insaciable codicia.  . .

            Como para que al final la corrupción no es que sea o no mayoritaria, si no que rotundamente es sistémica, innegable, chapucera y nauseabunda, y que forma parte ya del ADN de una casta que no está por la labor de soltar la presa, poniendo oidos sordos a las evidencias y a las denuncias, porque no va con ellos, porque no darán cuenta, “porque no se podrá demostrar nada, .  . .salvo alguna pequeña cosa”. .  .conque nos tendrán entretenidos. .  . mientras engullen, devoran, los dividendos que sus políticas de austeridad homicida rentan y rentarán.

            Mientras ya no se sabe quién se ha llevado lo que no era suyo, quien el doble, y quien el doble del doble, o antes bien al contrario lo sabemos muy bien, .  . .aunque al final la infanta florero se escape del chaparrón, aunque gotee la corrupción de demasiados bolsillos y no sepamos muy bien cómo librarnos de la acometida calculada y sistemática de nuestros propios devoradores, ahora vendedores de una “transparencia” directamente indigerible.

 

            Torre del Mar 15 – diciembre – 2.013