Refiriéndonos a los alumnos de 2º curso de La Cónsula, escuela de hostelería, de esperanza y futuro para jóvenes que aspiraban a aprender, formándose, a mejorar el servicio al turismo, ese negocio que es tan decisivo en la economía malagueña, y que se han visto “desposeídos” de esa oportunidad al verse clausurado el curso actual en la escuela de La Cónsula, tras tantas promesas frustradas, fallidas, ¿mentirosas?, que han dejado en la calle a unos 88 jóvenes que solo querían . . .”formarse, forjarse un futuro más digno, decente y hasta rentable”, a esos jóvenes que constituyen “la Andalucía real, la España real”, esa Andalucía, esa España con la que se llenan la boca “los y las paladines del poder”, sin que hayan sido capaces de asegurar, de mantener, de haber ”librado” una mínima partida para hacer viable . . . la formación de jóvenes, por cierto, ¡andaluces, españoles!. Puro patriotismo frustrado.
“Nos han jodido el futuro. La escuela sólo nos ha dado disgustos, y eso que los profesores son muy buenos”.
Primero la Cónsula dependía de la Consejería de Empleo, luego pasó a la de Educación, para más tarde regresar a Empleo. Con un desenlace final: La clausura del presente curso, con una única alternativa posible: que sigan las actividades de la escuela si los profesores siguen trabajando sin cobrar “hasta que se arreglen las cosas”¿?, y lo mismo con los proveedores, que deberían seguir suministrando a la escuela aguardando a cobrar . . . sine díe, hasta que ¿”se arreglen las cosas”?.
Y entretanto los y las políticas responsables sin asumir ninguna, precisamente, responsabilidad, mostrando exclusivamente “su preocupación”, ¡qué buenas y buenos!, tanto o parecido como “las monjas ursulinas que nos llevaban de excursión”.
Y de triste conclusión, con las víctimas de carne y hueso pagando los “platos rotos”, el fin del curso actual en la escuela estandarte e insignia de hostelería de Málaga, La Cónsula, sin llegar a haberse reanudado en enero. Esas víctimas que desaparecerán en sus tragedias personales, intentando salir a flote con la desesperanza a cuestas de un sueño frustrado, ¿por incompetencia de políticas y políticos? . . . que se compungen tanto hablando de “grandes desafíos” que, a menudo y por cierto, no llegan a la gente de a pie, de carne, huesos, sangre y vísceras, sentimientos y frustraciones . . . por superar ¡maldita sea!.
¡Y qué bien se las ve, se las escucha . . . cuando entonan su vehemencia “a flor de piel” . . . ,a las autoridades políticas, para contagiarnos su preocupación, su intención de querernos tanto, con sus líneas rojas en el imaginario nacional que tanto les obsesiona! . . . mientras se les escapan por entre los dedos . . . demasiados compatriotas caídos en “la puta desgracia” de haber sido “mal gobernados” por una administración incompetente.
Torre del Mar 9 – enero – 2.016