EFE. BUENOS AIRES Asunción Frías Molina, hermana de Miguel de Molina, aseguró ayer que "mientras viva" no autorizará la repatriación de los restos del artista, que descansan en el cementerio de la Chacarita, en Buenos Aires.
"No quiero mover los restos. Él la pasó muy mal en España. Y acá [en Buenos Aires] está muy bien cuidado, en un panteón con otros artistas", afirmó al ser consultada por los trámites de repatriación, que permanecen paralizados a tres meses de que concluya el año del centenario del nacimiento de su hermano.
La Diputación de Málaga, ciudad donde nació el artista, incluyó la repatriación como uno de los actos del centenario y quería llevarla a cabo en los meses de abril o mayo. Pero miembros de la institución aseguran no haber recibido la respuesta de los familiares argentinos a la carta que la Diputación envió para solicitar su autorización. "Yo ya envié una carta a España con mi posición. Mientras viva, yo no pienso dar el permiso" para la repatriación de los restos, aseguró la anciana Asunción, quien no precisó su edad.
La hermana del artista explicó que "nunca escuchó" que Miguel de Molina pidiera cuando estaba vivo que, al morir, le llevaran a España, donde sus actuaciones estuvieron prohibidas durante el régimen franquista y fue recriminado y maltratado por su comportamiento sexual, lo que le llevó a huir a Argentina. "Acá, en Argentina, estuvo mejor", manifestó Asunción al echar por tierra las expectativas de la Diputación malagueña, que dice estar a la espera de la contestación favorable al escrito, necesaria para avanzar con la repatriación.
De todas formas, la diputada provincial de Cultura, Susana Radío, anticipó días atrás que estudiarán otras opciones de no recibir la autorización de los familiares argentinos. La intención de la citada institución es repatriar los restos a su ciudad natal y depositarlos en un panteón que ya está habilitado en el cementerio de San Gabriel, que tendrá una escultura del artista.
Miguel de Molina nació en 1908, comenzó su actividad artística en los tablaos y de ahí pasó a actuar en pequeños teatros de Madrid en tiempos de la II República; en 1933 saltó a la fama tras participar en el Teatro Romea de Madrid en ´El testamento gitano´. Con él actuaron estrellas como Pastora Imperio, Vicente Escudero, Pilar Calvo, Adelita Durán y Antonia Mercé ´La Argentina´, y su fama llegó al punto más alto al terminar la Guerra Civil (1936-39), aunque después fue utilizado por el régimen franquista y obligado por el general Luis Aranda a salir de gira por España.
En su última actuación de esa gira, en el Teatro Pavón del Rastro de Madrid, dos individuos le recriminaron su comportamiento sexual y, terminada la gala, varias personas le llevaron a un descampado, donde le golpearon con pistolas, le cortaron el pelo y le hicieron beber aceite de ricino. Se prohibieron sus películas, sus discos y sus actuaciones, y se le confinó en un pueblo de Extremadura, por lo que en 1942 huyó a Buenos Aires, donde falleció el 16 de enero de 1993.