LA LETRA PEQUEÑA

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Ahora resulta que anunciaron entre vítores y ovaciones, en el último debate del Estado de la Nación,  la tarifa plana de 100 euros, como estímulo y acicate para la creación de empleo “neto”, es decir empleo añadido al de las plantillas ya conformadas, para que las empresas vieran una ocasión propicia para aumentar su producción y crear “nuevo empleo”, estable y digno, con un menor coste en las cotizaciones. . . ¡Muy bien! y ¡albricias para todos!, sin rebaja fraudulenta a las arcas de la extenuada Seguridad Social, sin perjuicio a los trabajadores que, temblando, conservan a duras penas sus empleos.

                                    Pues no, no estaba tan claro y diáfano la noticia altisonante, porque luego ha venido la letra pequeña, esa letra que no es inocente y que precisa la atención y la minuciosidad de “los cirujanos financieros”, al servicio del poder que los apesebra, para que pongan los haberes al cargo del debe de los de siempre, sin menoscabo alguno a los intereses de los detentadores del dinero y el poder.

                                    Para que en realidad lo de “creación de nuevo empleo” quede en casi nada, cuando resulta que las plantillas podrán ser limadas, laminadas, reducidas, sustituidas. . . por nuevos empleados, nuevos trabajadores, en precario, tras treinta días de reducción de plantilla con las cotizaciones actuales, echados al paro los actuales trabajadores . . . para “volver a ser empleados” con tarifa plana y reducción de sueldo y empeoramiento de las condiciones laborales, para que puedan ser “subsanados” los premiosos contratos actuales, por “una nueva creación de empleo” mentirosa y a la baja, para que la empresa solo pague 100 euros de cotización a una Seguridad Social que necesitamos todos. .  .y que dejará, en principio, de ahuchar por ese concepto unos 6.000 millones en dos años. . . para que luego nos digan que “de lo nuestro no ahí nada de lo que pudiera y debiera haber”.

                                    Y ahí está la letra pequeña, despreciable y atinada, siempre en la dirección de favorecer a los de arriba, naturalmente, como en el espejismo de la buena nueva de la bajada del paro, que nos debiera congratular sin reservas y que sin embargo y con ganas la letra pequeña zumba y zumba, porque la mentira es resistente y renace una y mil veces.

                                    Tanto como para que podamos llegar a entender que la destrucción de empleo digno y estable es desoladora y que, en cambio, el empleo temporal, en precario, por nada o muy poco, con salarios indignos, regalando horas extras a troche y moche, en negro y por debajo. . . avanza imparable, tanto como para empapuzar los datos conque sacar pecho, . . .porque de eso se trata, en definitiva, sin que uno tenga por qué saber mucho  o poco de economía de andar por casa. . . viendo como su poder adquisitivo y su expectativa de lograr un empleo digno y decente va pasando al recuerdo del olvido.

                                    Mientras el desánimo y la conformidad va instalándose en una sociedad que se siente burlada y que, pícaramente, va descubriendo las fisuras para ir tirando y malviviendo. .  .a pesar de la letra pequeña.

                                    Porque, de esa manera se va instalando un modelo de sociedad que va pergeñándose a la chita callando, como para que nada vuelva  a ser como lo habíamos conocido, mientras nuestros hijos vayan conociendo lo agridulce y desolador de un presente y un futuro absolutamente injustos, nada solidarios ni propiciatorios, exactamente, para una sociedad que está siendo laminada, explotada cruelmente, con “la letra pequeña”, a pesar de los pecados y sevicias de esa misma sociedad a la que se la culpa constantemente y vilmente. .  .de haber vivido por “encima de sus posibilidades” . . .cuando lo único que hizo fue tragarse la morralla triunfalista, palmadas y cuentos incluidos, de sus próceres, los mismos que ahora están escribiendo la letra pequeña de un acabose de ciertos valores humanos y sociales que están pasando a la historia del olvido, . . .mientras ahora solo vale el “sálvese quien pueda” en las condiciones subhumanas más inimaginables.

                                    Con la moral que predican, pecados mortales y excomuniones incluidos, tan inhumana y falsaria, tan preocupados de que los desgraciados no osen hollar el paraíso de podredumbre de nuestro “salón patrio”, porque ya nos “avisan” que hay 82.000 futuros inmigrantes ilegales, haciendo cola para entrar en Europa por la puerta de atrás, por Ceuta y Melilla, jugándose la piel y la vida,  aunque solo representen un 5% de la inmigración que entra solapada, metiéndonos el veneno del cuerpo, los impolutos adalides de ¿la moral cristiana?, contra los parias entre los parias, muertos de miedo y desesperación.

                                    Mientras la letra pequeña o no tan pequeña nos dice que el desempleo se acentúa en dos sectores, entre los inmigrantes ilegales, por ocupadores hostiles y tal y tal, y entre las mujeres, que arrumben en sus hogares o así, por haberse creído que la tutela de sus machos fuera a olvidarse de ellas, con un dato definitivo y rubricado de 62 millones de mujeres en Europa que han sufrido agresión sexual y malos tratos, una de cada tres, por invisibles, por “menores de edad” según inefables y perversos dirigentes. . .

                                    Mientras la letra pequeña avanza y se extiende como una mancha tóxica y maldita, nos vendan lo que nos mienten a diario.   

                                    Torre del Mar 8 – marzo – 2.014