Y todos tan felices, con el new style ya instalado del glúteo de abajo al aire entre las lozanas muchachas de mejor ver, el tupé espeso, denso, la barba negra, negrísima, el aro en la nariz como el que llevaban antaño los sementales para amansarlos si se embravecían, parecido al aro en el lóbulo de la oreja cuando esos aros se los colocaban los marineros que habían circunvalado la tierra, a la moda que nos va invisibilizando, homologados al tiempo que nos ha tocado vivir, buscando al icono, héroe, fantoche y famoso que habrá que copiar.
Como cuando yo era un mozo y me epató la camiseta blanca, cerrada e inmaculada, que lucía Marlon Brando en “Un tranvía llamado deseo”, mientras intentábamos desesperadamente que nos compraran un pantalón “vaquero” que usaríamos y usaríamos, hasta que se nos fuera gastando de tanto uso, para que pareciera viejo de verdad, de tanto ponérnoslo. . . mientras ahora ya los sirven en las tiendas de moda y música acelerada ya gastados, ya rotos, . . . a precio de temporada, a precio de saldo, con el tiro alto o bajo según dicte el arbitrio del Patronio, dictador de la moda.
Que recuerda uno cuando era joven y cumplía con “su patria” y el peor castigo era un buen rapado y el afrentado, humillado y con el coco lindo y morondo, no salía a la calle en un par de semanas o más, cuando ahora resulta que es moda, nueva tendencia, ir “pelaos” luciendo esbeltez craneal . . . tan brillante.
Ahora que los muchachos van descubriendo que también pueden ir depilados, bendita esclavitud, por la belleza de la moda inducida, mientras revientan de hormonas y pastillas, y las muchachas se destrozan los tobillos de tanto auparse sobre el abismo de diez o más centímetros. . . y la moda y los modistas siguen “descojonándose” de sus ocurrencias para forrarse. . . a costas de los incautos que tratarán de no significarse no dejando de ir a la moda, . . . porque de hecho no incomode aunque nos vayamos partiendo la crisma a su dictado, haciendo el ridículo sin que nadie se llegue a sentir incómodo.
Torre del Mar agosto – 2.015