La nueva defensa de la playa

Visto desde el mar, el nuevo espigón de La Caleta, frente a la playa del mismo nombre, ofrece una perspectiva diferente del litoral malagueño. Una gran pasarela se adentra en el mar a golpe de excavadora y camión, que van depositando las grandes rocas que conforman la escollera, con un peso de hasta tres toneladas. Posteriormente, se abrirá en dos brazos de 260 metros a cada lado, aunque sólo una parte será visible y la mayor parte quedará sumergida.
El objetivo de esta llamativa actuación es impedir que el oleaje vuelva a dejar esta franja del litoral sin arena, como ocurre después de cada temporal de invierno, de manera que este espacio, salpicado de chiringuitos, pueda usarse durante todo el año.
El jefe de la Demarcación de Costas, Francisco Javier Hermoso, cifró el nivel de ejecución de la escollera en un 30%, y anunció que pasada la Semana Santa se acelerarán los trabajos, ante la posibilidad de trabajar en varios frentes a la vez para cumplir los plazos. «Le daremos un empujón con un segundo equipo en el otro dique».
La conclusión de los trabajos se producirá previsiblemente después del verano y supondrá multiplicar por tres la extensión de arena disponible. Por ello, Hermoso pide que no se evalúe la zona por su aspecto actual: «Quedan mas de dos tercios. Se va a ampliar la zona de uso, que será accesible desde el dique exento hasta Antonio Martín. Es una actuación ejemplar».
La ejecución se detendrá durante la Semana Santa por seguridad y para evitar inconvenientes a los usuarios, y comentó que en la zona abierta al público se ha hecho un aporte de arena para que sea accesible.
Barrera
La compañía Acciona Infraestructura es la encargada del proyecto de estabilización de esta franja del litoral, con un presupuesto de 5,96 millones, con un plazo de ejecución de doce meses. Consiste en una prolongación del espigón que existe frente a La Malagueta, en dos fases: la primera constará de 60 metros de barrera a ambos lados, que sobresaldrá 1,5 metros sobre el nivel del mar. A continuación, se instalarán otros dos arrecifes de doscientos metros, sumergidos a una profundidad de dos metros. Se unirá a tierra mediante la prolongación de otro arrecife artificial, en su zona central. Se emplearán varios mantos de cantos, con un peso de entre doscientos kilos y tres toneladas.
Para evitar el movimiento de la arena se prolongará en 150 metros el otro espigón existente en el extremo de la playa que está más alejado del Centro. Finalmente, se repondrá con unos 500.000 metros cúbicos de arena, inicialmente provenientes de los cauces de los ríos Benamargosa y Guadalhorce. Ello supondrá multiplicar por tres la zona de uso público.
Gracias a esta actuación, La Caleta saldrá pronto de la lista negra de playas que desaparecen en invierno y reaparecen -por obra de los aportes artificiales- en verano
Fuente: La Opinión de Málaga