La Pelusa: gasolinera por centro social

La Asociación de Vecinos de La Pelusa celebra la desestimación por la Junta de la gasolinera de bajo coste en calle Potosí.

Los vecinos, que no bajan la guardia, proponen al Ayuntamiento la permuta de la parcela con la propiedad, para que pueda acoger un centro social y una pequeña zona verde, algo de lo que este barrio del Palo carece.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«El día que me dieron la noticia estuve llorando de alegría, porque es que si me bajaba de la cama, habría echado gasolina directamente», cuenta Lola Núñez, vecina de calle Potosí en La Pelusa.

Como ella, muchos vecinos lloraron de alegría, el pasado septiembre, cuando los vecinos conocieron que la Junta de Andalucía había considerado no viable el proyecto de una gasolinera de bajo coste en esa calle, por la afección a la salud que implicaba. La negativa de la Junta provocó que el Ayuntamiento denegara la calificación ambiental.

La presidenta vecinal, Inmaculada de la Torre, cuenta que fue una de las vecinas que no pudieron evitar las lágrimas, junto con el concejal del grupo municipal socialista Mariano Ruiz, el primero en comunicar la buena noticia a los vecinos. «No podíamos hablar de la emoción», confiesa Inmaculada.

Con esta decisión, terminaban con final feliz cuatro años de lucha vecinal contra la gasolinera, por los daños contra la salud que iba a causar a los vecinos y por la peligrosidad de unas instalaciones de este tipo junto a unas naves industriales a pocos metros.

«La reacción es de alegría, el ver que el proceso se para porque hay un criterio científico, que nos hace un informe y asegura que hay un peligro real, y la Junta da valor a eso. Nos da una alegría pensar que, a veces, David vence a Goliat», comenta el profesor Nacho Laffarga.

La parcela de calle Potosí donde iba a instalarse una gasolinera de bajo coste. | A.V.

La parcela de calle Potosí donde iba a instalarse una gasolinera de bajo coste. / a.v.

Este vecino y miembro de la asociación también puntualiza que siguen en guardia, «porque ya conocemos cómo funciona este equipo de gobierno, que nos ha ninguneado cuando presentamos 4.000 firmas contra la gasolinera y nos ha mentido, cuando decía que no podía hacer nada, porque su propia normativa dice que permitir una infraestructura de este tipo es algo discrecional».

A este respecto, la presidenta Inmaculada de la Torre puntualiza: «Es una batalla ganada que nos permite ver que la guerra la vamos a ganar, pero no nos confiamos».

Dos recursos

Que la oposición vecinal continúa activa se refleja en dos recursos contencioso administrativos pendientes, el primero sobre el hecho de que la operación contara con licencia de obra antes de que le concedieran la califiación ambiental; la segunda, sobre la modificación del PGOU para dar cabida a la gasolinera. «Cuando modificas el PGOU entendemos que es para aumentar la protección y beneficiar al vecindario; en este caso es al contrario», destaca Nacho Laffarga.

Además, Inmaculada de la Torre no descarta que la asociación emprenda nuevas acciones por la entrega municipal de casi 4.000 firmas de vecinos a Petroprix, la solicitante del proyecto.

Centro social

En todo caso, la presidenta vecinal recuerda que, desde la pandemia, la asociación de vecinos no cuenta ya con un local municipal en la calle Practicante Fernández Alcolea, en El Palo, para realizar su actividad, al no hacerse los pagos del seguro, «aunque el resto de asociaciones no pudo tampoco pagar los seguros y siguen con sus locales, qué curioso», ironiza.

Por este motivo, Remedios Sánchez, vecina y miembro de la asociación, propone que el solar donde iba a ir la gasolinera, propiedad de Petroprix, sea permutado por el Ayuntamiento de Málaga, con el fin de que pueda acoger «un sitio donde reunirnos, dado que no tenemos; podía ser un centro social con parquecito; sería muchísimo mejor para la gente mayor del barrio que aquí no tiene nada», argumenta.

Inmaculada de la Torre cree que, de esta manera, La Pelusa contaría con un centro social como otros barrios de Málaga y está convencida de que sólo faltaría voluntad política: «Sólo hay que cambiar un colorcito en el mapa», remarca.

Mientras cala o no la propuesta, Nacho Laffarga considera que el Ayuntamiento «debería pedirnos perdón por el sufrimiento que nos ha infringido y darnos la enhorabuena, si verdaderamente está para defendernos».

  • Este diario intentó recabar una respuesta del Consistorio a la propuesta vecinal sobre el solar de calle Potosí, sin resultado.