El objetivo de esa suspensión fue evitar que las actuaciones que se autorizaran en ellas impidieran en el futuro que se aplicaran los parámetros del nuevo PGOU, una vez autorizado definitivamente. Con la aprobación inicial del documento, en julio del año pasado, la suspensión de licencias de julio de 2005 se renovó por un año y se amplió a más zonas, en las que no se puede construir hasta que el plan no tenga el visto bueno final. Sin embargo, la suspensión no puede mantenerse ya por más tiempo en aquellos sectores que fueron marcados hace dos años.
Así lo aseguraron a este periódico fuentes municipales expertas en la materia, que recalcaron que la Administración -en este caso el Ayuntamiento de la capital- no puede tener en suspenso una petición de licencia o la posibilidad de obtenerla durante más de dos años. Así, aunque una buena parte de las zonas en las que se suspendió la concesión de permisos urbanísticos en la aprobación del avance del PGOU (julio de 2005) se mantienen en la suspensión automática que implica la aprobación inicial (julio de 2006), no pueden seguir inactivas en lo que se refiere a permisos urbanísticos más allá del próximo día 28, cuando se cumplen dos años de la publicación del avance del plan.
Aclaración
Así se indica en un informe realizado en septiembre de 2006 por la Gerencia Municipal de Urbanismo para aclarar los efectos de las suspensiones de licencias. En referencia a las áreas de suspensión aprobadas en julio de 2005 y que se mantienen con la aprobación inicial del PGOU, se afirma que «esta suspensión sólo podrá mantenerse hasta el 28 de julio de 2007 si antes no se aprueba definitivamente el nuevo PGOU», algo que resulta a día de hoy todavía lejano por los informes de otras administraciones que aún faltan.
Los perjuicios que esto puede suponer para el desarrollo del nuevo PGOU no residen únicamente en que se levante la veda para construir, demoler o reformar sustancialmente un edificio en sectores en los que ha estado prohibido para no afectar a sus determinaciones, sino en que los permisos que se concedan a partir del próximo día 28 no tendrán que ajustarse a los parámetros urbanísticos del PGOU aprobado inicialmente. Según las fuentes consultadas, únicamente tienen que respetar los del plan del año 1997, que es el que sigue en vigor hasta que no se apruebe el nuevo.
De este modo, un particular o un promotor que tenga la licencia de obras suspendida desde la aprobación del avance del PGOU en julio de 2005 puede volver a reclamarla a partir del próximo día 28 y exigir que se le apliquen los parámetros del plan del 97, aunque estos sean contradictorios con los del PGOU en fase de revisión o puedan llegar a invalidar la aplicación de sus previsiones en el futuro.
No obstante, las fuentes indicaron que en los próximos días se van a elaborar informes jurídicos para concretar en qué medida puede afectar esto al desarrollo del nuevo PGOU y hasta qué punto el levantamiento de las suspensiones de licencias avala a los particulares o promotores para incumplir lo que se recoge en el plan nuevo, que aún no ha sido aprobado provisionalmente. «Lo cierto es que esto ocasiona un serio problema», señalaron las fuentes.
Incertidumbre
A la espera de que esto se aclare en los próximos días, todo parece indicar que sobre el PGOU de la capital se abre una nueva incertidumbre que complica el desarrollo de su tramitación. El alcalde, Francisco de la Torre, confiaba hace pocos días en que no sería necesario volver a aprobarlo inicialmente de nuevo y sacarlo a exposición pública, aunque esto no está del todo claro.
Si no se determinan fundamentos jurídicos que impidan que algunas de las zonas sobre las que se levanta la veda urbanística puedan perjudicar al nuevo PGOU, por ir en contra de sus planteamientos, el que estos sean respetados dependerá finalmente de un acuerdo expreso entre la persona que solicita la licencia y la Administración municipal que la concede.