El objetivo es que el público reciba «las vibraciones del flamenco», añade el bailaor malagueño. El Echegaray convierte su escenario en un cuadro flamenco con baile, cante, toque de guitarra, percusión y hasta violín. Sobre él, dan vida al espectáculo De Verónica y la familia de Saray Cortés -su mujer- casi al completo: La Salinera, Triana Cortés, Isabel Cortés… Juntos forman la Compañía Sánchez-Cortés.
El montaje repasa todos los palos del flamenco, que se vinculan a las «cosas esenciales de la vida: la naturaleza, el agua, el aire, la frescura…». Se taconeará y cantará por alegrías, bulerías, soleás, seguiriyas… todo con música especialmente compuesta para la ocasión por Israel Cortés. «Nos mantenemos en nuestras raíces para que no se pierdan», sostiene Antonio de Verónica, que admite «no entender las fusiones» de muchos de sus compañeros de arte. «Al público le gusta nuestro espectáculo porque ya no están acostumbrados a ver este flamenco», dice De Verónica.
Fuente: diario sur.