La sequedad del corredor de fondo

Colin Smith, el personaje creado por Alan Sillitoe en 1959, tenía una innata capacidad atlética. Corría y se sentía libre, a pesar de su confinamiento en un reformatorio, cuyo director le quería utilizar para aumentar su prestigio obligándolo a competir por la Copa de Cinta Azul de Carreras de campo a través. A pesar de su cautiverio, Smith se sentía libre. Libre tras una vida de pillaje y delincuencia, que repasaba mientras recorría millas y millas en el bosque cercano al reformatorio.

No millas, pero sí kilómetros, y no a través de un bosque, si no junto al mar, son muchos los que en Málaga se sienten libres como Smith teniendo como meta una Copa de Cinta Azul en forma de Juegos Olímpicos, maratones, carreras populares o, simplemente, llegar un poco más lejos que ayer. Un esfuerzo a primera hora del día, o en los últimos momentos del sol de la jornada, que tiene difícil encontrar la recompensa de un reparador trago de agua al final de la carrera si ésta se desarrolla por el paseo marítimo de La Malagueta. No por conocida es menos denunciable la ausencia o escasez de fuentes públicas en una ciudad que vende sus playas como reclamo turístico y castiga a sus usuarios, bañistas o deportistas, con dejarse los cuartos en una botella de agua en los mamotretos. Perdón, en los chiringuitos. Perdón otra vez, en los merenderos. Más sangrante es esta circunstancia cuando en los propios paneles informativos municipales se mencionan las fuentes como uno de los servicios de la playa que, sin embargo, no existen en ningún punto de la playa. Compruébenlo.

Y si la presencia de fuentes es escasa en el Centro de Málaga, que no funcionen cuando aún el verano da sus últimos y calurosos coletazos, clama al cielo. Es el caso de la situada en el pequeño jardín a la espalda de la Catedral, en la calle Císter. Por cierto, y aunque escape a la jurisdicción de estas líneas, lo mismo le ocurre a la fuente de la plaza de Capuchinos desde comienzos de septiembre. Afortunadamente, la escasez de fuentes de hidratación no es barrera para quienes lo único que quieren es correr, simplemente. O correr, a secas, según se mire.

Y correrán algunos con un propósito como es la Media Maratón de la ciudad, que en breve dará a conocer detalles de su trazado final, después de encontrar poca receptividad en la Autoridad Portuaria a su propuesta de establecer la salida y la meta en el Centro. Una zancadilla que, unida al duro traspié sufrido con el anuncio de que Adidas, patrocinador de la prueba, decidía desvincularse de la misma, no han conseguido acabar con la cita, que tendrá lugar el 6 de abril.

Gandalf en capuchinos
A menos velocidad, pero con la misma decisión, cruzaba a mediados de la pasada semana una señora la Alameda de Capuchinos. Cruzaba, armada sólo con una muleta, como si fuera el bastón del mismísimo Gandalf, atravesando los dos carriles de la mencionada vía e incluso un carril de cambio de sentido, dando por implícito el No puedes pasar a cuanto vehículo se le acercaba, obligando a un Circular 1 a ejecutar un contravolante que ni el mismísimo Fernando Alonso en el GP de Italia, para poder alcanzar su parada.