La tinta derramada sobre Picasso

El relato cobra sentido en boca de la responsable de este departamento de la Casa Natal del genio, Pilar Rodríguez, cuando se refiere «al trato personal que a veces llega a la amistad» que se entabla con los investigadores que se acercan hasta este lugar en el que, aparte de miles de libros y documentos, se hallan depositados pequeños tesoros.

Entre estos, pueden figurar parte de la correspondencia que Picasso mantuvo con Juan Temboury o llamativas fotografías del artista. Es el caso de la colección Gyenes, que se compone de 283 imágenes realizadas por Juan Gyenes, o una pequeña colección donada por Christine Ruiz Picasso de instantáneas de Pablo Picasso con familiares y amigos.

Y, sobre todo, se hallan joyas biliográficas como el primer libro que tuvo en su título la palabra Picasso, y que fue una edición en alemán de 1913 titulada Von Monet zu Picasso (De Monet a Picasso). Asimismo, entre los más reclamados figuran los 33 volúmenes del Zervos, el único catálogo razonado que da fe de casi toda la producción picassiana. Entre tanta variedad, sus tomos casi enciclopédicos contrastan, por ejemplo, con la elegancia de las revistas de los años 30 en las que colaboró o las ediciones facsímiles de cuadernos de dibujos del creador.

No sólo Picasso

N. Alcalá

N. Alcalá

Aparte de las numerosas consultas que se solicitan al año sobre Picasso y todo lo relacionado con su vida y su obra, el personal de este departamento destaca, igualmente, la notable demanda dirigida al material que disponen sobre las vanguardias artísticas y arte moderno.

El hecho de que se trate de un centro especializado en arte y no sólo en el genio malagueño queda de manifiesto con la existencia entre sus fondos de apartados dedicados a disciplinas tan variadas como el arte contemporáneo, la museología, patrimonio, restauración, estética, didáctica, fotografía, diseño, arquitectura, e incluso al arte malagueño. Todas ellas están clasificadas por un método creado por la propia Casa Natal que ha inspirado el que emplean importantes museos como el Reina Sofía madrileño.

Además, cada materia se actualiza con frecuencia, e incluso van engrosando nuevos títulos a raíz de la llegada habitual de nuevas publicaciones a una biblioteca que en sus orígenes partió del legado donado por la Unesco. Así, cada año suelen incorporarse unos 200 catálogos de exposiciones y se adquiere sobre medio millar de libros, mientras que las donaciones suelen situarse sobre los 300 volúmenes. Ahora bien, se intenta que estos se ajusten al carácter especializado del centro, lo que explica «que durante 2009 se haya establecido un filtro de entrada de donaciones más estricto y se hayan registrado 170 publicaciones».

En el centro están depositadas las cartas con Temboury y sus fotos de Juan Gyenes

Igualmente, la cifra de publicaciones periódicas que se reciben asciende al medio centenar. Junto a ellas, existe material de prensa que data desde 1930 o audiovisuales en los que el DVD le va gananado ya sitio al tradicional VHS. Asimismo, entre esta inmensidad de palabras abrazadas al mundo del arte se percibe una babel de idiomas que va del castellano al inglés, francés, italiano, alemán, polaco, japonés o árabe.

La presencia de estas lenguas entre el caudal para consulta de la Fundación Picasso da, a su vez, una idea de las características del espacio y de su funcionamiento cotidiano: «Nuestra primera opción al adquirir publicaciones es, por supuesto, en español, y el francés es la segunda lengua en esta biblioteca, ya que la publicación en este idioma es muy abundante por la vinculación de Picasso con Francia», explica Pilar Rodríguez. Asimismo, añade que «en inglés hay muchos libros, ya que la producción de publicaciones especializadas es enorme y es la segunda lengua más conocida entre nuestros usuarios».

Fuente: Diario el Mundo