En 2006, el Ayuntamiento destinó a la rehabilitación de edificios en barriadas ayudas por un importe de 3,4 millones de euros que suponen la mitad de los siete millones que dedicó a la restauración de edificaciones en el conjunto de la ciudad. El resto se volcó sobre todo en el Centro Histórico. Esas subvenciones a los barrios implicaron la ayuda a casi un centenar de obras de reparación que beneficiaron a un conjunto de 3.662 viviendas.
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Así sucedió también en los dos años anteriores, en los que los incentivos a las barriadas representaron la mitad de las ayudas a las reformas en edificios. Desde el año 1996, esas aportaciones municipales han beneficiado a un total de 439 proyectos que agrupan 26.915 viviendas y suman una inversión de 32 millones de euros, de los que el Ayuntamiento cubrió casi la mitad, 14,5 millones.
Según la normativa para la concesión de estas ayudas, la Oficina de Rehabilitación cubre el 40% de las obras en fachada, cubierta y zonas comunes del edificio en cuestión. El responsable de la citada oficina, José María Gómez Aracil, explicó que, para la concesión de la subvención, se exige a los vecinos que como mínimo se actúe sobre la fachada, ya que la iniciativa busca principalmente el embellecimiento de la ciudad.
No obstante, el Ayuntamiento invita a las comunidades de propietarios que solicitan las ayudas para las fachadas a que también efectúen mejores en zonas comunes del edificio como las escaleras, los muros y también las canalizaciones de agua y electricidad. «Se trata de inmuebles con instalaciones de luz de hace 30 años que tienen que soportar los consumos de los aparatos actuales, por lo que siempre es recomendable que se renueven los cables», comentaron desde la Oficina de Rehabilitación.
Para la concesión de la ayuda, el Consistorio exige a la comunidad de propietarios o su representante legal el acta de acuerdo de los vecinos para acometer la obra, su proyecto -con el estudio de seguridad incluido- y su presupuesto. Además, obliga a la contratación de un técnico para la dirección de los trabajos y la elaboración del proyecto cuyos honorarios cubre finalmente al 100%, por lo que no representa coste alguno para los vecinos. Las subvenciones se conceden tras la realización de las obras, previa presentación de los certificados de cumplimiento de lo aprobado.
En algunos casos, las ayudas no se dedican a bloques de pisos, sino también a grupos de casas de baja altura que necesiten mejoras y conformen un conjunto homogéneo o abarquen un tramo de calle, ya que las subvenciones persiguen mejorar el aspecto de la ciudad. Así, algunas ayudas han buscado en estos últimos años el arreglo de manzanas enteras de casas o urbanizaciones completas.
Uno de los aspectos que hacen atractivas estas subvenciones es que no se tiene en cuenta el nivel económico de los vecinos que las piden para concederlas.