Las sorpresas que a veces nos dan los plenos municipales

ALFONSO VÁZQUEZ Alguna vez hemos hablado de que hubo un tiempo, no muy lejano, en el que nuestros concejales se comportaban con la temeridad y el desdén por lo antiguo de los políticos de países en vías de desarrollo.
Algunos concejales malagueños, en esos tiempos montaraces, no tenían remedio y un día nos daban el mal rato derribando una chimenea y otro apoyando el desmontaje de una estación ferroviaria del XIX, con la excusa de que toda ella había sido rehecha en los 70 (por cierto, rotundamente falso).
Fueron tiempos de políticos temerarios y bravíos, que trataban como chatarra lo que en otras regiones españolas más civilizadas como Cataluña se convertía en un motivo más de atracción turística y cultural.
Desde el último pleno del Ayuntamiento podemos decir que los 30 años de atraso que nos separan de los catalanes, en lo que respecta a la protección del Patrimonio Industrial, se han reducido a 25 gracias a un gesto hermoso y cívico: la aprobación por unanimidad hace unos días, en la Comisión de Pleno de Cultura, de una moción de Izquierda Unida para crear de una vez un museo del pasado industrial de Málaga.
Desde el año 2000 colea esta promesa, y llama la atención que una iniciativa tan arraigada en la historia de Málaga haya sido tan minusvalorada por nuestros representantes. Pero, por suerte, los tiempos cambian y ahora hay que felicitar a todos los grupos políticos por este esperado cambio de rumbo.
Queda por ver dónde instalar el museo, la pregunta del millón. Con la antigua Tabacalera destinada a usos museísticos más lujosos, se pierde un espacio idóneo en el corazón de la ´Málaga fabril´ pero lo importante aquí es tener el apoyo político que tanto se echaba en falta. El sitio ya se encontrará.

Fuente: La Opinión de Málaga