Los acuíferos acumulan hasta treinta veces más agua que los pantanos

Las aguas subterráneas son vitales para la supervivencia de la provincia de Málaga. Aunque los acuíferos sean grandes desconocidos y su gestión en algunos casos esté pendiente de mejoras, la realidad es que su volumen supera en grandes cantidades a la capacidad de embalse de los pantanos. Éstos pueden albergar hasta 603 hectómetros, cantidad similar a la de infiltración anual -agua que entra y sale y que multiplica por diez el consumo de la capital al año-, pero la capacidad real de almacenamiento es entre 10 y 30 veces mayor, dependiendo de la zona, según explicó ayer Juan José Durán, director adjunto de Hidrogeología y Aguas Subterráneas del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
Durán fue el encargado ayer de presentar el atlas hidrogeológico que ha realizado el instituto gracias a un acuerdo con la Diputación de Málaga, una nueva y eficaz herramienta para la gestión de las reservas subterráneas que ha dejado al descubierto, además, nuevas masas de agua en zonas del interior como la Serranía de Ronda. De hecho, entre el 20 y el 30 por ciento de los acuíferos de la provincia están poco explotados y se pueden poner en valor de forma racional, especialmente en la Axarquía interior (Tejeda y Almijara) y en las sierras rondeñas.
En total, son 34 grandes masas de agua las que están repartidas por terrenos llanos y montañosos de la provincia, creando una gran dependencia de ellos en la mayoría de las localidades. Tanto que 85 de los 100 municipios malagueños dependen exclusivamente de acuíferos para el suministro de su población y en las localidades del interior su uso para abastecimiento roza el 90%, sin apenas otros medios de infraestructuras para asegurar el agua. En la Costa, la dependencia de los acuíferos es del 50%, aunque varía en periodos vacacionales y según el estado de los pantanos que abastecen al litoral.

Sobreexplotación. En relación al suministro del litoral, Durán hizo especial hincapié en la sobreexplotación que sufre el acuífero de Mijas. De éste dijo que está en "explotación intensa y al límite del equilibrio" y aseguró que de continuar en esa tónica podría dejar de estar activo en un plazo de cinco a diez años. Por contra, aseguró que las reservas subterráneas de la zona oriental de la provincia no presentan problemas de explotación al existir menor demanda y resaltó el descenso en la contaminación del agua por nitratos agrícolas en Antequera o el Valle del Guadalhorce.
Para evitar el agotamiento de los acuíferos, Durán hizo un llamamiento a la coordinación entre los municipios consumidores para controlar su capacidad de funcionamiento y apostó por la creación de comunidades de usuarios de aguas subterráneas, que incluirían a organismos de cuencas y ayuntamientos para una mejor gestión, una medida que ya se ha puesto en marcha en otras regiones con buenos resultados.
El director adjunto de Hidrogeología admitió que hasta ahora la gestión de los acuíferos ha sido "irregular". "Se han visto siempre como una herramienta coyuntural en casos de sequía y no como un elemento más del ciclo hidrológico". Así, abogó por crear infraestructuras permanentes que permitan su uso en periodos de escasez, para evitar perder tiempo y que la puesta en funcionamiento se realice antes de que haya pasado la sequía. "Los acuíferos son vitales para Málaga porque no cuenta con grandes ríos, pero su explotación debe coordinarse con el crecimiento de la provincia", dijo Durán, que recordó que el territorio malagueño actual surgió de mares y grandes lagos.
Las formaciones permeables de agua ocupan 1.984 kilómetros cuadrados (el 27% de la superficie provincial) y de los 600 hectómetros de capacidad de infiltración se explotan 185 al año.

LA OPINION DE MALAGA