Los alumnos del distrito Este celebran un verdadero día en paz

ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA Como la canción de John Lennon, los alumnos de nueve colegios de Málaga Este le dieron ayer ´una oportunidad a la paz´. La armonía copaba el patio central del colegio Safa-ICET en El Palo, que ayer celebró la VIII Jornada por la Paz y la no Violencia. Los destinatarios: niños de Primaria y del primer ciclo de ESO.
El impulsor de esta idea es Fernando Gutiérrez, presidente de Amfremar, la asociación de Amigos Malagueños de Familias de Rehabilitados y Marginados. "Pensamos que en el ambiente de hoy en día de violencia, de no perdón y de la ley del talión, había que iniciar un acto anual con los centros del distrito".
Fernando está convencido de que estas enseñanzas quedarán para el futuro: "Dejamos una semilla que hace que los niños no la olviden". En años anteriores, el acto se celebraba en la vecina plaza del Padre Ciganda, pero la llegada de nuevos centros ha cambiado las reglas: ahora, cada año acoge el acto un colegio distinto.
Los primeros en sembrar ideas pacifistas fueron los alumnos del colegio Gutiérrez Mata, que escenificaron la vida de un pueblo que vive en paz hasta que sus habitantes se dividen en dos bandos irreconciliables: los que quieren pintar las casas de naranja y los que las quieren ver de verde. Al final, llegan a un acuerdo y reina la concordia.

Las otras violencias. Para Antonio Medina, director de Primaria del ICET, la violencia no sólo hace referencia a las guerras. La violencia contra la mujer, la violencia familiar y las desigualdades son buenos ejemplos de agresiones. Antonio recuerda que el ICET lleva a cabo un proyecto de convivencia, realizado por alumnos de Secundaria, que está dando muy buenos resultados y fomenta el buen ambiente en el centro. "El proyecto se lleva bastante bien, gracias a Dios no tenemos conflictos reseñables ni agresiones y los niños de Primaria son bastante normalitos".
Algunos de los alumnos que ayer se daban cita en este veterano colegio de El Palo habían recortado y pintado palomas de la paz. En el escenario, un grupo de niños del colegio Jorge Guillén canta un rap en honor de la paz, breve pero intenso, que culmina con los aplausos del respetable (alumnos que abarrotan el patio).
Otro grupo de niños, del colegio Safa-ICET, luce en la solapa un corazón pintado de rojo con el siguiente lema: "Quiero vivir con paz y amor". Dos alumnas del centro cuentan cómo viven esta jornada tan pacífica. Para Andrea, de 11 años, un día que conmemore la paz y la no violencia "es algo muy bonito, porque lo importante es la paz". Pero como las grandes palabras deben llevar detrás acciones que las respalden, Andrea cuenta que se lleva "muy bien con los compañeros".
Algo parecido cuenta otra alumna, Carmen, de la misma edad, que ya ha participado en otras ocasiones en estas jornadas. "Esto está muy bien, así a lo mejor no nos peleamos".

Mejora la integración. Asistiendo al acto estuvo el delegado de Málaga Este, Julio Andrade, que además de agradecer a Amfremar esta veterana iniciativa, cree que es muy importante "que se divulgue a los niños estos lemas de respeto a los demás y no violencia", mientras destaca que así se consigue fomentar la integración, en unos colegios que cada vez reciben más gente de fuera de España.
Es el caso de Javier, venezolano de 11 años, que aunque sólo lleva seis meses en Málaga, cuenta que prefiere nuestra ciudad a Caracas, "porque Málaga es más segura y bonita". A Javier, que hacía cosas parecidas en Venezuela, la idea de estas jornadas le parece "muy bonita" y también subraya el buen ambiente que tiene con los compañeros.
Y la mañana prosigue con nuevas poesías, canciones y mensajes por la paz. El fin de fiesta es el reparto de globos blancos de gas a cada alumno, mientras que el resto (en total hay mil) se sueltan en el cielo de Málaga.
"Esto es un granito de arena por la paz, un sí al amor universal y un no a la violencia y la guerra", cuenta Fernando Gutiérrez. El responsable de Amfremar, profesor de Matemáticas, se entrega en cuerpo y alma a los sectores más desfavorecidos de El Palo, mientras tiene iniciativas como ésta, que el año que viene se celebrará en el colegio Jorge Guillén.
"Estas cosas que hacemos no se olvidan, y los chicos, cuando sean mayores, recordarán frases que están ahí dentro y que suelen brotar", pronostica Fernando. La asociación de Amigos Malagueños de Familias de Rehabilitados y Marginados fue fundada en 2000 y ya ha atendido a más de 3.000 personas. La ONG de El Palo organiza, entre otras actividades, un curso de espeteros para parados, programas de comprensión lectora y charlas en colegios sobre el uso correcto de la moto o la esclavitud del cuerpo.