Los nuevos contadores ya son, desde el pasado 1 de julio, de instalación obligada en los nuevos suministros inferiores a 15 kW. Enel Viesgo, la filial del grupo italiano que tiene en marcha una opa sobre Endesa, informa que ya ha instalado un total de 90.500 contadores electrónicos en Cantabria, su zona de mercado. En concreto, la sustitución de 30.000 aparatos en Torrelavega le supuso una inversión de 5 millones de euros.
Ahora, toca renovar los 25 millones de aparatos ya instalados en el resto de España, lo que se llevará a cabo empezando por los más antiguos. El Gobierno ha encomendado a la Comisión Nacional de la Energía la fijación de un calendario para esta »transición», así como una estimación de los costes del canje, documentos que se aprobarán posteriormente. Las compañías eléctricas han expresado su oposición a hacerse cargo de la totalidad del desembolso generado por el cambio.
Alquiler básico
En la actualidad, los contadores eléctricos son alquilados y el arrendamiento de un aparato convencional (que no permite aplicar la tarifa nocturna) cuesta 0,57 euros al mes. Dado que los nuevos contadores tienen un precio superior, estimado en unos 80 euros, la cuota por alquiler es más elevada, 0,78 euros mensuales, aunque también cabe la posibilidad de comprar el contador a la compañía eléctrica. Los usuarios que opten por la tarifa de discriminación horaria tendrán que instalar un contador discriminador de dos periodos: punta, diez horas al día, y valle, el resto de la jornada.
El Ministerio de Industria explica que este esquema no sólo permitirá a los usuarios decidir sus consumos en las distintas franjas horarias y aligerar la factura. Contribuirá, además, a gestionar mejor la demanda, suavizando los »picos». Es algo parecido a la fórmula que ya se aplica con las empresas de alta intensidad de consumo energético, que pagan una tarifa más baja a cambio de aceptar la interrupción del servicio cuando la demanda se dispara.
Los nuevos equipos dispondrán además de sistemas de telegestión, que permiten el intercambio de información y actuaciones entre las empresas distribuidoras y los contadores. «Las compañías tendrán acceso remoto a los aparatos y conocerán su curva de consumo, lo que servirá para ofrecer a cada cliente un servicio más ajustado a sus necesidades y un ahorro en su factura de energía eléctrica», asegura Industria.