.Unas 10 familias del pueblo y de otros puntos de la provincia de Málaga ya han solicitado sumarse a esta iniciativa en la que en lugar de responder las preguntas del ritual católico (“¿Renunciáis a Satanás y a todas sus obras?”) los padres leerán los Derechos del Niño recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ponce señala a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com que en estos momentos está acordando con varios de los interesados una fecha para el primer bautismo civil, que será múltiple.
EL Borge es un pueblo singular. Además de ser conocido porque de allí salen las mejores uvas pasas de España, es uno de los feudos de Izquierda Unidad en la provincia de Málaga. En 2003 el municipio declaró un día de luto oficial cuando comenzó la Guerra de Irak, dos años más tarde votó en pleno por la celebración de un referéndum para la llegada de la III República a España, inauguró el primer registro de parejas de hecho de la provincia y su alcalde, José Antonio Ponce, es el primer regidor apóstata del país.
CON estos antecedentes no es de extrañar que esta pequeña villa blanca de la comarca de la Axarquía sea también pionera en dar nuevos pasos hacia un mayor grado de laicismo, esta vez con una moción aprobada hace una semana en el pleno municipal para la realización de bautizos civiles. “Bautizar significa dar nombre, lo que estamos proponiendo es sencillamente eso, una acto social y civil de imposición de un nombre a un niño o a una niña”, explica Ponce, quien reconoce haber recibido solicitudes de información de otros alcaldes y numerosas llamadas de medios de comunicación interesándose por esta iniciativa.
UNA de las primeras madres que se van a acoger a esta iniciativa es Sagrario Ponce, presidenta de la Asociación de Mujeres de El Borge: “Pese a mi nombre, que debió ser un ‘castigo’ de mi madre, no soy una persona religiosa ni tampoco lo es mi pareja. Lo cual no quita que queramos para nuestra hija un acto público, social, una ceremonia en la que se le imponga un nombre sin tener que pasar por la Iglesia”.
PREGUNTADA la persona a quien más carga de trabajo puede quitar esta novedosa iniciativa, el párroco local Alfredo Salazar, a cargo de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, el religioso zanja la cuestión con un escueto “mi postura es la postura cristiana, yo sobre las decisiones del alcalde no tengo nada que comentar”.
EL rito civil que prepara el alcalde consistirá en la lectura de los Derechos del Niño recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos acompasada por el Himno de la Alegría y la Unión Europea, la sinfonía nº 9 Opus 125 de Ludwig van Beethoven. También está previsto la lectura de poemas como ‘Las nanas de la cebolla’ de Miguel Hernández’EL OBSERVADOR