El encuentro con María Antonia Morillas, a quien todo el mundo llama ‘Toni’ o ‘Toneta’, tiene lugar en el mismo y estrecho despacho en el que EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com entrevistó a Pedro Moreno Brenes, el hombre que le precede como número 1 en las listas de Izquierda Unida al Ayuntamiento de Málaga. La entrevista transcurre con la misma disposición de asientos y hasta tocando los mismos temas. Pese a que por edad, sexo, formación y carácter estamos ante dos perfiles muy distintos y complementarios, Morillas y Brenes tienen en común un poderoso lazo: son puro Partido Comunista (PC) y lo demuestran con su disciplina a las consignas del partido, su lenguaje y la firmeza con que demuestran sus convicciones.
SIIzquierda Unida repite los resultados de las anteriores elecciones locales de 2007 (dos ediles), Morillas se convertirá en la concejala más joven del Ayuntamiento de Málaga. No ha cumplido los 30 años y su forma de vestir contrasta con el encorsetamiento de los trajes con los que habitualmente se presentan los ediles de la corporación malagueña. Su presencia puede entenderse como un guiño de IU al voto joven, o como un reconocimiento a quien lleva desde los 15 años militando, y dirigiendo, el frente juvenil de la formación. Subraya que las mujeres “somos cuestionadas permanentemente, mucho más que cualquier hombre”. Quizás por eso, prefiere hablar de “nosotras” en lugar de “nosotros”.
USTED salió de la Universidad para empezar a trabajar en el sector público. ¿Cree que la edad y la falta de experiencia en el sector privado son dos obstáculos a la hora de presentarse a un puesto de concejal?
Sí que tengo experiencia fuera del sector público, a pesar de mi juventud. He trabajado, como la mayoría de los jóvenes, de camarera, de dinamizadora social, de monitora en un montón de talleres, para asociaciones, colectivos y demás… poca experiencia, porque terminé la carrera con 21 años. Aparte de mi licenciatura en Comunicación Audiovisual soy experta en planificación de procesos participativos. He estado trabajando como técnica de presupuestos participativos en el Ayuntamiento de Humilladero y llevo toda esta legislatura trabajando como asesora en la Diputación de Málaga. Creo que ni la edad ni el tener más o menos experiencia en el sector privado son hándicaps. Si lo que nos proponemos es que la política sea el espacio que represente a la ciudadanía, con toda la diversidad que ésta tiene, la perspectiva de los jóvenes y de las jóvenes también tiene que estar incorporada y tiene que formar parte de la administración pública y de los puestos de máxima responsabilidad, como es el caso de una concejalía. Creo que uno cuando se presenta en la candidatura de un partido político en las elecciones lo hace desde la vocación de servicio a los demás, o al menos ese es mi caso. El que tenga más o menos experiencia en el sector privado no implica que tenga ni más ni menos preparación.
EL cabeza de lista de IU, Pedro Moreno Brenes, en una entrevista anterior, dijo a EL OBSERVADOR que él había entrado en el Partido Comunista con 13 años motivado por sus convicciones religiosas…
Yo no… (ríe) yo por las convicciones religiosas, no.
PEROusted sí que lo hizo también a una edad parecida, a los 15 años ¿Qué le motiva a entrar en las Juventudes Comunistas, a asumir una militancia activa tan joven, en un momento en el que el PC ya no tiene la fuerza ni la representatividad que tenía cuando Moreno Brenes se afilió?
Lo que me motivó fue lo mismo que me motiva ahora a seguir militando en el Partido Comunista: Tomar conciencia de las injusticias que había a mi alrededor. Hubo dos elementos determinantes a la hora de dar el paso de afiliarme: uno fue cuando pasé del colegio al instituto. En mi colegio, de toda la promoción, sólo pasamos al instituto tres personas. La mayoría se iba a trabajar. Ellos a las tapicerías y ellas a los talleres de confección, a cobrar, en aquel momento creo que eran 50.000 ó 60.000 pesetas por echar 12 ó 13 horas.
¿DE dónde es usted?
Soy de Torredonjimeno, en Jaén. Me influyó que mis amigos y mis amigas con 14 años el paso que dieran no fuera el de seguir formándose sino el del trabajo precario. Y además, en el caso de las mujeres, a los talleres de confección, en una situación de explotación bastante ‘heavy’. Fue lo que más me motivó a militar. En mi pueblo la organización juvenil que hacía cosas, la que organizaba a los jóvenes, la que hacía actividades, la que se movía en el instituto, era la Juventud Comunista. Otro momento importante fue el tomar contacto en el primer o segundo año de instituto con la gente de Juventud que era la que estaba montando todas las huelgas de estudiantes en el momento en el que se estaban endureciendo las pruebas de acceso a la universidad.
¿TENÍAesa tradición reivindicativa comunista en su casa?
Sí. Mis padres vienen de una tradición de los movimientos cristianos de base (de la Hermandad Obrera de Acción Católica) y ahora son militantes del Partido Comunista. Mi abuelo luchó en el bando republicano en la Guerra Civil. En mi casa ha habido siempre una sensibilidad social de entrega a los demás muy acentuada. Todo eso, evidentemente, influye.
¿DEDUCIMOSentonces que a Málaga vino cuando Javier Checa se hizo con la alcaldía de Torredonjimeno?
No, antes (ríe). Me vine con 17 años a estudiar Comunicación Audiovisual, que en Jaén no había y hasta hoy. Javier Checa llegó después…
UNAde las cosas que ha criticado EL OBSERVADOR sobre la gestión de Izquierda Unida es que acuda al extranjero a enseñar presupuestos participativos. ¿No resulta un poco pretencioso enseñar esto en países como Uruguay, que tiene más tradición democrática que España, que tiene por ejemplo una ley del divorcio que data de 1917 cuando la de aquí es de hace dos días?¿No es como enseñar a nuestros padres a hacer hijos?
El enfoque no es ese. Nosotros no vamos, o yo cuando fui a Uruguay, no iba a enseñar cómo hacer presupuestos participativos. Íbamos a un espacio de discusión sobre cuál es la experiencia que tenemos, todavía tímida, a conocer las que ellos tienen allí y a partir de ahí, que ellos aprendan de lo que hacemos y que nosotros aprendamos de lo que ellos hacen. No vamos a enseñarles, vamos a un intercambio de experiencias que creemos además que es fundamental construir agendas políticas comunes. La práctica del presupuesto participativo, que empieza en América Latina y en los años 90 se exporta a España. Los encuentros que hemos tenido fuera han servido fundamentalmente para marcar una hoja de ruta común sobre problemas comunes. La crisis del modelo democrático representativo, tal y como lo entendemos ahora, lo vivimos aquí, en Uruguay, en toda América Latina, en África… de diferente manera, con problemáticas diferentes; pero la crisis de confianza en el modelo democrático es la misma. Estos encuentros han servido para construir de hoja de ruta común para impulsar desde las administraciones y para apostar por un modelo democrático de otro tipo en el que el centro lo tenga la ciudadanía.
TENEMOS entendido que también ha habido recientemente un viaje al Foro Social Mundial de Dakar, más o menos con el mismo propósito. ¿Esos viajes deben ser subvencionados por las administraciones o por los partidos políticos que apoyan esas ideas?
Los partidos políticos se presentan a unas elecciones y gobiernan, mejor o peor, de una manera o de otra, en las administraciones. Cuando la ciudadanía vota y pone a un partido político lo hace por su programa y por sus ideas. Presupongo, a lo mejor es mucho presuponer, que las iniciativas que se toman en esas administraciones vienen avaladas por los votos, y cuando se va a esos viajes no es una cuestión de que vaya Izquierda Unida o el Partido Socialista; estamos participando de un espacio de elaboración política y técnica que luego va a contribuir al desarrollo de nuestra provincia o al desarrollo de nuestra ciudad. De la misma manera que los responsables políticos de las administraciones participan en las ferias de turismo o van a reuniones con determinados sectores del poder económico para alcanzar acuerdos, nosotras participamos en este tipo de eventos porque es útil, porque favorece el desarrollo. Nosotras cuando hemos participado en los foros sociales mundiales, todo lo que hemos sacado de allí lo hemos devuelto a los municipios, a los ayuntamientos y a los vecinos y a las vecinas con los que trabajamos. Son iniciativas que favorecen el desarrollo humano.
MEgustaría que evaluara lo que han sido estos presupuestos en el Ayuntamiento de Málaga. (María Antonia Morillas es la responsable de la Oficina de Presupuestos Participativos de la Diputación de Málaga).
Que se cree la Concejalía de Participación es un avance, significa marcar prioridades políticas. Ahora bien, a lo que el Partido Popular en el Ayuntamiento de Málaga ha dado el nombre de presupuestos participativos no cumple los criterios metodológicos, no ya políticos, que desde la Oficina de Presupuestos Participativos hemos impulsado, que son los principios que están consensuados en la Red Estatal por los Presupuestos Participativos, que es donde están el grueso de estas experiencias en España. No es un proceso con garantías de universalidad. Las asambleas que ha habido dentro del proceso han tenido una participación muy muy reducida. No hay una garantía de que los resultados que salen de ahí sean vinculantes para el equipo de gobierno. A nosotros esto nos parece fundamental, porque si no, estamos engañando a la gente y no estamos cambiando las relaciones de poder. En el Ayuntamiento de Málaga no existen garantías de que las propuestas que emanan de los espacios ciudadanos vinculen a la corporación municipal. Nosotras que nos estamos reuniendo ahora con muchos colectivos vecinales de la ciudad nos encontramos con que es una de las críticas más extendidas. No se ha visto que lo que la gente proponía en las reuniones haya tenido un traslado a la hora de plasmarlo presupuestariamente y de la ejecución real de la obra. Y luego no hay mecanismos ni de seguimiento ni de control por parte de la ciudadanía. Entendemos que tiene que ser un proceso en el que la ciudadanía controle realmente dónde va el dinero y eso no ha pasado en el Ayuntamiento de Málaga. Ha sido más una estrategia de marketing porque está muy de moda esto de la participación, ¡Ya hasta el Banco Mundial recomienda que se hagan presupuestos participativos!
USTEDva la número dos en la lista. Atendiendo a los resultados que ha obtenido Izquierda Unida en otras elecciones, ¿da por seguro que se mantendrán esos dos concejales la próxima legislatura?
Las previsiones electorales que tenemos son de subir.
¿HASTA cuántos ediles?
No me atrevo a decir un número, pero las encuestas y los sondeos en España y en Andalucía nos dicen que vamos a tener una tendencia a la alza. Creo que vamos a sacar más de dos concejales. Más, sobre todo, cuando la sensación que hay en Málaga es de cierto hartazgo del equipo de gobierno del Partido Popular. Tenemos el segundo Ayuntamiento más endeudado de España, que uno dice: Se ha generado empleo, ha servido para mejorar las infraestructuras… pues mira… pero nos encontramos con que Málaga es la cuarta o la quinta ciudad de España en la que hay más desempleo. Están muy identificadas cuales han sido las señas de identidad de este equipo de gobierno: Los macroproyectos de humo que al final no han servido ni para llevarnos a la Capitalidad Cultural, ni han servido para fomentar la innovación tecnológica, ni han servido para que haya más empleo y más empleo de calidad. Ahí el PP tiene una responsabilidad directa. Lleva casi 16 añitos gobernándonos. Y el Partido Socialista no puede tener cara como para presentarse como alternativa de gobierno hoy por hoy al Partido Popular porque las políticas que está impulsando a nivel general y desde la Junta de Andalucía no ofrecen confianza. Estamos asistiendo al peor recorte de derechos sociales que yo por lo menos he vivido.
¿CREEque Izquierda Unida va a recoger nichos de votos que irían al PSOE?
Estoy convencida. Ha habido varias convocatorias electorales en las que, con aquello del bipartidismo y del ‘voto útil’ se ha producido una transferencia muy ‘heavy’ de voto de la izquierda al partido socialista. Hoy con las políticas que está impulsando el partido socialista, que son políticas neoliberales puras y duras que atienden los intereses de los que atienden, buena parte del electorado se va a reconciliar con Izquierda Unida, o por lo menos así lo esperamos.
ACABAde celebrarse el Día Internacional de la Mujer. Nos gustaría que nos diera su opinión sobre la situación de las prostitutas del Polígono del Guadalhorce y de las consecuencias de la ordenanza de Convivencia Ciudadana y la persecución policial a la que están sometidas por parte del Ayuntamiento.
Nosotras con el tema de la prostitución tenemos un planteamiento abolicionista. Entendemos que la prostitución es una de las máximas expresiones de la violencia de género y de la explotación sexual. No creemos que una mujer elija libremente ser prostituta. Además, los datos y los informes que hay dicen que la mayoría, más del 90%, de las mujeres que ejercen la prostitución lo hace partiendo de una situación de exclusión social y de marginalidad profunda. En muchos casos inmigrantes sin papeles que se ven empujadas o por las mafias o porque este sistema no le ofrece otro modo de vida. Lo que está haciendo el Partido Popular -que muchas veces se confunde con este planteamiento abolicionista- es prohibir y poner cargas punitivas a las víctimas, que es una cosa completamente sinsentido. El otro día nos daban el dato en la Mesa de Prostitución de que habían multado a 80 prostitutas y sólo a seis clientes. El debate de la prostitución no puede ser urbanístico, que es el que se está provocando. Hay interés por limpiar determinadas zonas de la ciudad, entre ellas la de calle Córdoba y la Alameda de Colón porque hay un proyecto de hacer un barrio cultural, el Soho y no sé qué más. Si se hace un plan sobre la prostitución tendrá que tomarse en consideración también lo que las prostitutas dicen. Lo que ya nos parece un sinsentido es que, al mismo tiempo que nos están planteando al resto de partidos políticos, a las distintas áreas del Ayuntamiento, a Médicos del Mundo, incluso a las prostitutas, que se va a hacer un plan integral de intervención, al mismo tiempo se esté aplicando una ordenanza en la que las están multando y se les está haciendo la vida todavía más complicada. El Ayuntamiento no tiene competencias para legislar en materia de prostitución más allá de plantear cómo se regula el espacio público. Una política abolicionista no significa dejar de la mano de dios a las víctimas de la explotación sexual; hay prostitutas que están ejerciendo en zonas sin luz y en unas situaciones de seguridad lamentables. Debe de haber mecanismos que les garanticen que puedan ejercen con más seguridad. Al mismo tiempo se deben articular políticas para que se las inserte laboralmente en otros nichos de empleo. Para eso hay que crear un tejido productivo y unas condiciones de empleo dignas.
EL feminismo como doctrina ha estado ligado al Partido Comunista durante muchos años en España. Después, parece que ese discurso lo ha cogido más el Partido Socialista. ¿Cree que Izquierda Unida ha perdido el liderazgo, al no tener unas mujeres que fueran primeras figuras del partido? ¿Han perdido peso las mujeres en Izquierda Unida?
Hay una tradición masculina, no en el partido comunista, sino en todos los partidos. Los partidos son estructuras profundamente patriarcales que no las inventamos nosotras. Nosotras tenemos muchas mujeres que son referentes y que no sólo son referentes de la propuesta programática de Izquierda Unida, ya que también son referentes dentro del movimiento feminista, con la debilidad que tiene hoy ese movimiento.
¿CREEque el movimiento feminista está debilitado hoy en día?
Sí. Otra cosa es la presencia que en la escena política tengan las mujeres feministas. En el momento en el que se empiezan a crear instituciones como el Instituto Andaluz de la Mujer, las casas de acogida para mujeres maltratadas, etc… cuando por parte de la administración se empiezan a asumir determinados planteamientos que venían de los movimientos feministas, se ha dado una institucionalización. Ha pasado también con el movimiento vecinal y con otros movimientos sociales.
¿Yeso es malo?
Creo que institucionalizar un movimiento puede restarle potencia transformadora. Por otro lado, si no hay una capacidad de reorganización, una capacidad de construir por abajo se corre el riesgo, como todo lo que pasa por la institución, de perder capacidad crítica y capacidad de movilización social. Es mi valoración personal. Yo creo que la institucionalización ha supuesto que las mujeres vivamos hoy mejor que hace unos años y que tengamos derechos que antes no teníamos, pero también ha implicado que el movimiento feminista tenga una debilidad importante. Podríamos tener una discusión muy larga viendo si esto responde a las particularidades del movimiento feminista o si responde al proceso de desvertebración y atomización social que hay actualmente. Pero bueno, es un proceso que ha vivido el movimiento feminista en los últimos años y con todo y con eso nosotras seguimos teniendo mujeres, también desde Izquierda Unida, que son referente y que están muy reconocidas dentro de la organización. Otra cosa es que como no somos una organización política ni grande ni con recursos económicos importantes ni con medios de comunicación… otra cosa es que los referentes que se visibilizan en Izquierda Unida son los primeros de las listas. Es verdad que ahí hemos avanzado y en las candidaturas de la provincia de Málaga lo puede ver, que hay mujeres de número uno.
HABLANDO con Pilar Oriente, la anterior directora del Instituto Andaluz de la Mujer en Málaga, nos contaba que la lucha real por la igualdad se produce dentro del partido, entre los propios compañeros, tratando de convencer a tu equipo de la valía de la mujer. ¿En su caso también se podría aplicar esta explicación?
Creo que nos ha pasado a todas las mujeres. Somos puestas en cuestión permanentemente. A mí no me preocupa porque soy consciente y porque las mujeres dentro de Izquierda Unida estamos organizadas y tenemos algunas de estas cosas muy analizadas, pero somos cuestionadas mucho más que cualquier nombre, tanto internamente, como externamente.
PÓNGANOSalgún ejemplo, por favor, para poder verlo más claro. ¿El hecho de ser joven y mujer hace que se le cuestione?
¡Claro! Yo me siento muy reconocida por mis compañeros de organización. Ahora bien, es cierto que todavía en las organizaciones políticas hay dinámicas organizativas que todavía mantienen determinadas jerarquías, métodos de discusión y de trabajo que podrían hacerse más horizontales y favorecerían una participación mucho más cómoda de las mujeres… y en eso vamos avanzando, pero muy poquito a poco. No queda otra que nosotros seamos la avanzadilla y la vanguardia para que se vayan produciendo cambios, para que llegue un momento en el que no haga faltan las cuotas, ni medidas de discriminación positiva. Pero para eso hay que hacer, igual que la sociedad, una labor educativa y muchas veces también de chocarse contra la pared, de poquito a poco siendo muy perseverante.
VAMOSa imaginar que Izquierda Unida consigue un buen resultado electoral y forma un equipo de coalición con el PSOE. Ya no están en la oposición, sino que están en el gobierno. Nos gustaría que nos concretara cuáles serían sus prioridades, ¿qué es lo primero que haría en Málaga?
Bueno, si estuviésemos en esta situación y llegáramos a un acuerdo programático…
Desde luego. Estamos preparados y dispuestos a gobernar, si no, no nos presentaríamos a unas elecciones. Se puede trabajar desde la oposición, pero evidentemente desde el gobierno tienes muchas más posibilidades de intervención. En caso de que se diera un acuerdo tendríamos que definir muy claro cuáles son las líneas rojas, porque los acuerdos tienen que ser sobre la política y las siglas van después. Creo que hay tres prioridades que las marcan la ciudad y la gente que vive en ella. Una es el plan de cobertura de necesidades básicas que atienda las necesidades de los desempleados y las desempleadas. Lo primero que hay que garantizar son las cuestiones básicas a los sectores sociales más excluidos: Rescatar de los servicios públicos para garantizar que la prestación de servicios sea universal y esté garantizada a todos los ciudadanos y a todas las ciudadanas. Creemos que puede contribuir además a la socialización de los cuidados que seguimos asumiendo las mujeres. El rescate de los servicios públicos es una cuestión central. En estos años de gobierno del Partido Popular, otra cosa no, pero privatizar se ha privatizado hasta el carné de identidad. Planteamos también el bonobús solidario para desempleados y desempleadas que pueda garantizar que no tengan que pagar el transporte público. De esa manera estaremos promoviendo también que haya un modelo de movilidad en esta ciudad, que ahora mismo ofrece los cuatro tramitos del carril bici que no llegan a ningún lado y el coche, porque no hay un servicio público fuerte. Hemos recogido propuestas de otros compañeros de otras ciudades que nos plantean que hay competencia como para que desde el Ayuntamiento se suspenda la capacidad que tiene a la hora de desalojar, así como la suspensión de los cortes de los suministros de luz y agua, puesto que el Ayuntamiento también tiene competencias en esa materia. Lo que estamos planteando es que las cuestiones básicas las tengan garantizadas todos los malagueños. Esa es la prioridad número uno. El segundo elemento pasa por generar empleo. Sabemos que el Ayuntamiento no tiene mucha competencia, pero sí hay cuestiones que puede favorecer. Los dos ejes que tienen que sostener un cambio de modelo tienen que ser el empleo público y fomentar la economía social. La tercera cuestión, que no es el qué, es el cómo: impulsar la democracia participativa con una visión amplia. Ya no hablo sólo de presupuestos participativos, que son una herramienta, hablo de cambiar el modelo de gestión que hay en el Ayuntamiento. Nosotras llevamos mucho tiempo elaborando toda una propuesta de modelo de gestión participativa, de darle la vuelta, en ese debate a veces esotérico entre Estado y Mercado, para ver cómo empezamos a construir un concepto de lo público que pase por la ciudadanía. Y eso donde se puede hacer y se puede empezar a trabajar es en la institución municipal. Tendremos que decidir entre todos y todas qué modelo de ciudad queremos construir, aparte de que vayamos decidiendo año a año en qué queremos gastar el presupuesto. Tendremos que ver cuáles son los nuevos yacimientos de empleo, cómo se potencian; si la cultura quiere ser uno de los elementos que se plantee como ventaja hacia otras ciudades; cómo la cultura se convierte también en un servicio público desde abajo… es decir, cambiar el modelo de gestión y que en el Ayuntamiento la ciudadanía tenga más presencia y más protagonismo. Al final es para lo que yo estoy aquí