La guinda es el acuerdo de ayer del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía de inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico, como Bien de Interés Cultural (BIC), la Fiesta de los Verdiales.
El decreto aprobado incluye medidas para favorecer la difusión de este bien de interés etnológico por medio de centros de enseñanza y los medios de comunicación.
La declaración llega además en un buen momento, a pocos días del martes 28, cuando los fiesteros se reúnan por vez primera en un nuevo escenario: sin abandonar el Puerto de la Torre lo harán en el recinto ferial y no en la tradicional Venta de San Cayetano.
Se trata de la 49ª edición de la Fiesta Mayor de Verdiales en la que participarán 31 pandas. El orden de actuación se acordó el pasado día 18, durante el Encuentro de Verdiales en la Glorieta del Fiestero del Parque y abrirá el Estilo Montes, seguido del Estilo Almogía, concluyendo con Comares.
El éxodo de los pueblos de los Montes y la Axarquía a la capital en los 60 reforzó el carácter verdialero de muchos barrios de Málaga como Mangas Verdes o el Puerto de la Torre, en los que la cultura verdialera está muy presente.
Su origen siempre ha sido un misterio muy atractivo. Algunos entroncan esta fiesta con las civilización minoica, en la que aparecen los sombreros de flores, así como con la Antigüedad romana, como puede intuirse de un famoso mosaico pompeyano en el que unos músicos tocan panderos, platillos y una caracola, sin olvidar que otros expertos consideran que los verdiales enlazan con los moriscos.
El barón francés Charles Davillier, que en algunos aspectos fue bastante duro cuando escribió sobre la Málaga que visitó en la década de 1860, ya describió entonces los verdiales como «una joya del patrimonio malagueño» y «un monumento arcaico-musical». No le faltaba razón.
Esta fiesta de indudable origen campesino, impregnada del misterio de un pasado remoto y que ofrece una música y baile llenos de fuerza y alegría se ve ahora fortalecida con el espaldarazo cultural del Gobierno autonómico. Ya son un Bien con mayúsculas.
Fuente: Diario La Opinión de Málaga