El machismo es una miasma que avanza y empantana, una pandemia sibilina y criminal, que disimula y perturba, corroe y destruye. . . cuanto de generosidad y nobleza pueda surgir frente a su mezquindad.
El machismo es la normalidad hurgando y emponzoñando hasta la fractura irreparable, hasta el dolor insoportable, hasta el odio irreconciliable, desde el amor arrumbado hacia el egoísmo enquistado en el miedo a no saber. .. respetar, compartir, comprender. . . cuando no debería haber sido normal una mala calaña de esa especie.
Y entonces es por eso que el machista se cría, se educa y no sabe que es machista, aunque pueda alcanzar a percibir que sí, que hace daño. . . y no hace nada por corregirse. Y el machista resurge y odia, y manipula y tergiversa, y no cesa en su agobio y vuelve a comportarse mezquinamente, desde su miedo y su complejo invencibles, desde su rastrera insignificancia por hacerse visible, viril, frente a su malévola inercia, contra lo que más dice que quiere, con saña autodestructiva, imperdonable con nauseabunda y perversa malignidad, hurgando en la herida, crecido sobre la debilidad, necrófago sobre la víctima caída, como una «nube negra». . .que promete tinieblas y malquerencia, irracional, como un perturbado que no cede, que no sabe ceder, que no quiere ceder, que sabe, que sospecha, que vale tan poco que necesita seguir incordiando, como un cáncer, como una metástasis imparable.
El machista atrapado por el machismo, aprehendido, sujeto de su incompatibilidad con la capacidad de convivir, de querer, de amar.
El machista, cobarde y culpable, sin perdón, sin excusas, pernicioso como solo puede ser el machismo. El machista crecido sobre la desigualdad, el desprecio, la saña que supura pus y pestilencia. . . mientras aún balbucea argumentos que son vómitos, . . . porque los machistas solo hacen daño, frustrados proyectos de nada. . . cuando se sienten acorralados, en su insignificante soledad, en su nimia, en su imposible incapacidad por amar. . . respetando..
Cuando una mujer descubre que vale cien veces más que su pareja, que el hombre, que el machista. . .que la amilana, machaca, confunde, menosprecia, maltrata. . . siempre es demasiado tarde aunque resulte que también, siempre, sea la víspera de su liberación.
Torre del Mar octubre – 2.014