Felices por haberte tenido con nosotros,
uno más entre los seres de este mundo,
de este tiempo, desde el pozo de tu noche
negra y triste, desde la desesperanza
que se nos viene oscura y sucia,
por no haber cedido ni un solo paso atrás,
gracias a tu sonrisa invencible,
gracias a tu mirada franca y directa,
hermano, como todas las personas buenas
y valientes, desde sus almas inconquistables
por no venirse abajo,
desde el miedo a la noche negra,
al pozo sin eco,
al injusto odio que no podrá
nada contra tu coraje,
tu fe y tu firmeza,
“Madiba”
maestro y líder,
hermano en la encrucijada vital
que es el día a día
por no echarse atrás,
con la firmeza inasequible de tu bondad
invencible, “Madiba”,
con la belleza y el coraje
de quienes seguimos la estela
que nos llevará al fin de cada día
que es el principio de nuestra
rabia. . . frente a quienes nos odian y nos temen. . .
porque, al final, también tendrán que apearse frente
a nuestro empuje que es,
el aire que respiramos,
la necesidad de sentirnos
irremediablemente
vivos,
firmes,
enteros,
frente a quienes aún creen que podrán doblegarnos,
porque no estamos solos y miles,
millones de “Madibas”,
millones de hermanos,
que nos daremos la mano,
que uniremos nuestras sonrisas,
que miraremos hacia adelante,
erguidos,
“por nuestras almas inconquistables”. Torre del Mar 9 – diciembre – 2.013