¿Por qué se embarca en el reto de actuar en Málaga cuatro días seguidos?
Siempre que he programado un concierto en la provincia el público ha respondido muy bien y sé que, incluso, había mucha gente que se quedaba sin asistir. Decidí probar suerte y, como ya tengo más que claro, Málaga no defrauda.
¿Lo considera un reto especial?
Que tu particular forma de entender el arte cale en otras personas es un reto y actuar ante un público también. Por otra parte, aquí tengo muchos amigos y de aquí han salido grandes nombres del mundo del flamenco. Se me ocurren Chaparro, La Cañeta y, por supuesto, La Lupi; un regalo que tengo de esta tierra.
Actualmente está en la fase promocional de su disco 'Sonetos y poemas para la Libertad', que saldrá a la venta el 17 de marzo. ¿Cuánto de este trabajo se va a encontrar el público de Málaga en el Cervantes?
Muchas de las canciones de este álbum son temas que llevo presentando ante el respetable desde hace años pero que no tenía registradas. Además hay letras que no se habían musicalizado hasta ahora. Sin embargo, no hemos planteado estas actuaciones como una gira de presentación. El guión de los conciertos mantiene la estructura que siempre vengo haciendo: me gusta empezar cantando poemas y paso al flamenco. Por supuesto que habrá copla, y ya todo lo que pida el público. El guión de mis actuaciones no es cerrado; eso es lo bonito que tiene el flamenco: cada noche es distinta. Nunca sé cómo, ni a que hora voy a terminar.
¿Y cree que ese es uno de los motivos por los que siempre llena?
Pienso que cuando el respeto entre un artista y el público es mutuo se crea un clima cercano en el que me gusta moverme. Si estoy cómodo ante la gente, canto cuanto quieran y lo que me pidan.
El público siempre le pide coplas -Alfileres de colores, A ciegas y Tres Puñales, no faltan en su libreto- pero, ¿cuál es el género preferido por Miguel Poveda?
Mi raíz musical es el flamenco. Es el género con el que me crié, con el que arranqué mi andadura profesional y que me lo ha dado todo. Si no canto flamenco me siento mutilado. Me abrió las puertas de otras propuestas que llegaron después, me enamoraron y que tienen su reflejo en cada concierto, pero es el mundo en que me siento más yo.
¿Es el que le dio la libertad que reivindica en su próximo trabajo?
-Fue la primera puerta de un camino, el del aprendizaje a través del arte, en el que no me da miedo investigar. La elección del título para el poemario es un homenaje a la libertad que tengo de hacer lo que me gusta; de cantar sin tener que permiso a nadie, sin ataduras. Ni siquiera a una discográfica.
Y en una época tan complicada en el plano social y político como la actual, ¿piensa que todos debemos cantar a la libertad?
Hoy en día se canta a la libertad para recordarnos a nosotros mismos que existe; y también para recordar a los políticos que están para escuchar al pueblo, no para que el pueblo le escuche a ellos. En mi caso, lo hago porque necesito defenderla. Es el principal derecho que creo que tiene cualquier ser humano, a título individual y también como sociedad. También es lo último que debe perderse.
¿Tuvo libertad para elegir las 15 canciones que componen su disco?
Libertad y material más que suficiente para hacerlo (risas). Este disco no ha sido flor de un día. Es más bien una aventura que en 2010 comenzó a fraguarse. Un trabajo que nace de la mano de un artista como Pedro Guerra (compositor y productor) al que, como siempre, no solo me sumo yo. Somos un equipo con mis indispensables Joan Albert Amargós (pianista, compositor y arreglista), Juan Gómez 'Chicuelo', (guitarrista y mano derecha del cantaor). Cada paso que dábamos para convertir un poema en canción nos enamoraba un poco más. La primera propuesta tenía casi 30 sonetos y hemos tenido que dejar muchos fuera, pero está lo esencial de cada uno de nosotros.
Las letras están firmadas por nombres extraordinarios como Quevedo, Góngora, Rafael de León, Lorca, Borges, Miguel Hernández o Neruda, ¿le gusta tocar a la puerta del imaginario colectivo?
Cuando interpreto cualquier canción, desde que empecé en la música, lo hago siguiendo una premisa: que me emocione. Que cada vez que la cante se me agarre algo al estómago. No busco que sea más o menos conocida, ni que se centre en una temática que esté de moda.
Y aún así lleva más de dos décadas de trayectoria profesional…
Una carrera que me planteo de forma muy particular: cada día quiero crecer y compartir. No hago música para mí, no me quedo en casa. La hago para compartirla con el público y también con músicos de diversos géneros, edades y estilos.
Duetos
Los duetos y colaboraciones son ya 'otro sello' de la casa Poveda.
Sí y puede que haya quien piense que lo hago como estrategia para promocionarme. Eso no es cierto. Tengo la suerte de oir mucha música, la oportunidad de conocer a intérpretes con trabajos que me emocionan y de cada uno aprendo algo. Cada género musical es una oportunidad para descubrir nuevas formas de entender el arte y no puedo desperdiciarlas.
Ana Belén, Miguel Ríos y Sabina son otros nombres que le acompañarán cantando sonetos, ¿cómo se gesta esa idea?
Con Ana Belén ya había cantado en directo en una gala de 'Star Lite' un soneto de Ángel González así que, cuando el tema en cuestión -donde pongo la vida- pasó por el estudio quise que Miguel Ríos -que la incluyó en 2008 en su álbum 'Sólo o en compañía de otros'- estuviese presente. Y un poeta de nuestro tiempo, como es el maestro Joaquín Sabina, tampoco podía faltar.
Tiene muchos grandes amigos.
Admiro a muchos en el mundo de las artes en general y me defino como un compañero ante otros músicos. Ellos influyen en mi vida, en mi crecimiento profesional e incluso, en mis conciertos.
¿Alguno de estos amigos le acompañará en Málaga?
En ello estoy (risas). De momento solo puedo confirmar a La Lupi, que el viernes me acompaña al baile.