La asociación de vecinos del Palo ha plantado las mesas en la calle para que los vecinos describan cuál es el estado real de limpieza del barrio. La encuesta, que se hará a unos 700 paleños, comenzó el pasado sábado cerca del mercado del Palo y el próximo jueves por la tarde se hará en la calle Almería, cerca del campo de San Ignacio.
Las encuesta forma parte del proyecto de colaboración entre los vecinos, el distrito Este y el área municipal de Medio Ambiente que se llevará a cabo este curso. Se trata de una idea que los vecinos presentaron en enero y en la que incluían algunas notas sobre «la realidad de la suciedad del barrio», entre otras: «calles sucias», «contenedores sucios», «los vecinos están viendo ratas correteando por la calle», «en la playa, en el paseo marítimo y dentro de la arena hay colillas, cáscaras de fruta, sobras de comida, botellas, papeles, latas…».
La propuesta vecinal incluía un plan de choque de limpieza por parte del Ayuntamiento en primavera y a partir de ahí, una campaña de concienciación con charlas en los colegios y encuestas al pie de la calle. El Consistorio ha recogido el guante, aunque Eduardo González, profesor del colegio Miguel Hernández y dirigente vecinal, matiza el alcance de ese plan: «La idea era dejar el barrio como los chorros del oro pero el plan de choque ha sido un poco mediocre con respecto a lo que se comprometieron», explica a La Opinión.
En todo caso, también resalta la buena sintonía con los equipos de Medio Ambiente, que realizan charlas de concienciación en toda Málaga. El ámbito de actuación de esta propuesta será, lógicamente, El Palo y todos los colegios e institutos que deseen apuntarse
. Al mismo tiempo, la asociación de vecinos, cuenta Eduardo González, se ha reunido con la mayoría de colectivos del barrio para presentarles el plan y pedirles unas sugerencias que ya han incorporado. «Y cada vez que hacemos una actividad, nos mandan a un representante para el proyecto de limpieza», señala.
Las charlas en los colegios tendrán una duración de 8 horas distribuidas en dos días e incluirán una salida al barrio de cuatro horas para conocer los trabajos de limpieza y mantenimiento de Limasa con la idea de que los alumnos sepan que los espacios públicos son de todos y a todos compete su buen estado.
A este respecto, la asociación recalca que la responsabilidad es compartida: «No sólo es culpa del Ayuntamiento, que no puede poner un limpiador detrás de cada individuo ni tampoco es culpa sólo del individuo», destaca Eduardo González.
Además, quiere subrayar que las encuestas aleatorias que realicen servirán para conocer «los puntos negros del barrio». «Cuando las terminemos nos reuniremos con la concejala y con técnicos de Medio Ambiente y les presentaremos estas prioridades para que nos respondan». Y pone ejemplos que, seguramente, serán resaltados por los vecinos: la suciedad de las playas en verano, los malos olores de los residuos orgánicos de los restaurantes y las dos estaciones de bombeo que hay en el barrio, «y que huelen muy mal con el calor».
El Palo se ha puesto en marcha para estar más limpio y concienciar a los vecinos. Los resultados, en 2015