No cuenten conmigo, sin mayores alardes en la rotundidad de mi afirmación que la de sentirme fiel a mis ideales, precisamente ahora, en el momento crucial del tiempo que estamos viviendo, en la vergüenza de la desvergüenza que pretende gobernarnos . . . y de momento lo va consiguiendo.
No cuenten conmigo, porque ni siquiera es cuestión de prioridades, que es cuestión de vida o muerte, como la que se juegan a diario los excluidos del sistema, la tropa de a pie, amenazada, un día sí y otro también, de un desahucio inevitable e ¿injusto?, condenada a un desempleo voraz y cruel e ¿injusto?, a una pérdida de los derechos humanos más elementales, laborales e ¿injusto?, a un regateo soez e implacable de la educación y sanidad públicas, tras haber puesto en la picota a la misma Universidad pública, con la huída a la emigración de brazos y cerebros que son, que deberían . . . ser nuestro tesoro, nuestro futuro, nuestra apuesta irrenunciable . . . y ¿no es injusto haber sido capaces de obviar la tragedia que nos asola a diario?. . . pues por eso. . . y con toda la firmeza de la que soy capaz . . .
¡No cuenten conmigo!
Torre del Mar 13 – enero – 2.013