Un recién nacido de una semana “huía” en brazos de su madre de un policía húngaro “armado” de una porra y un lanzador de gas. . . Un millón y medio de euros de ayuda inmediata dotada por la Unión Europea para los refugiados. Treinta millones de euros de la Unión Europea dotados para que Hungría construyera 175 kms. de valla. Las sonrisas siguen desapareciendo. Los refugiados siguen aumentando. Y los gobiernos europeos confían que unas voluntariosas medidas podrán lavar su imagen y paliar esta tragedia televisada. Han aparecido muchos niños con toses, catarros, fiebres. También adultos que han padecido caídas, fracturas, mujeres embarazadas con necesidad de asistencia médica urgente . . . y los gobiernos europeos aceptan los cupos, . . . pero la marea sigue, y los efectos de la desigualdad ya son imparables . . . a pesar de todos “los paños calientes”.
Turquía ha acogido un millón y medio de refugiados y su renta per cápita es mucho menor que la de España.
Pero ya nada volverá a ser igual. Porque el hambre, el miedo, la desigualdad sangrante, injusta y cruel . . . no puede esperar ni un día más.
Y siguen sin enterarse nuestros dirigentes, y la marea de la desvergüenza ya no se detiene.
A trece kms. de la Puerta del Sol existe un arrabal en el que viven y engordan las ratas, y donde también malviven 298 niños abandonados a su mala suerte. . .
Y entretanto, este fin de semana, asistiremos a una nueva jornada de liga donde centenares de millonarios jugarán al fútbol para ¿nuestro deleite?. Y los imputados por las tarjetas black se gastan una fortuna para salir indemnes de su desfachatez culposa, y sigue sin aclararse ciertos chanchullos de cientos de millones de euros que han ido donde no debieron . . . y los sueldos de los ricos aumentan en proporción geométrica, y los sueldos de los pobres van en detrimento de su capacidad de sobrevivir, y la desigualdad fractura más y más a esta sociedad frustrada y ¿vencida?.
Y los desarrapados del tercer y cuarto mundo siguen “llamando” al mundo ¿rico?, incluso saltando vallas erizadas de concertinas, incluso jugándose la vida en balsas de plástico, en barcos de desguace . . .y la tragedia global solo ha comenzado a iniciarse.
Y seguirán sin atajar el mal endémico, el mal estructural . . . sobre el que viven los poderosos, sin que nada se arregle definitivamente, con todo por solucionar, porque no hay voluntad de atajar el mal que va aniquilando a centenares de millones de seres humanos.
Porque solo hay un abismo insalvable entre quienes no llegan y quienes van sobrados.
Como botón de muestra : Nuestro Senado ha aprobado más de un millón de euros en gastos de uso de la telefonía móvil, de nuestros y nuestras venerables senadores.
Por eso la duda es O ¿no se enteran?, o ¿no quieren enterarse?
Torre del Mar septiembre – 2.015