Porque el señor Maroto sabe que el asunto que ocupa y preocupa a la población es sobrevivir, con unos eurillos en el bolsillo que haga creer que se puede mejorar, siquiera arrastrándose ante los ¿desvelos? De los de arriba, tan desahogados ellos y ellas con sus pingües beneficios por tanta . . .¿entrega a la causa?.
Como para que ahora vayan a tomarse en serio lo indecente, lo impresentable, lo increíble, como que el señor ministro Jorge Fernández, ministro del Interior, de la policía y tal y tal, hubiera recibido el pasado 29 de julio al imputado Rodrigo Rato, el señor que “lo fue todo en el PP”, para ¿hablar, tratar, negociar. . .? en dependencias oficiales, en su despacho de ministro, sin la menor intención de darle más importancia. . . porque aquí nada tiene más importancia que la que tengan a bien disponer nuestros próceres, muy atentos a su supervivencia “política y económica”, sobre todo económica, sobre la podredumbre que germina más heces, con nuestros dirigentes del partido en el poder ausentes de toda sensibilidad y empatía frente al escarnio diario, ante los desmanes de corrupción generalizada . . . como para que estos asuntos ¿interesen a nadie?.
Y así una detrás de otra, con una oposición feble que hace el paripé de la exigencia de “dar explicaciones”, con una ciudadanía ¿rendida?, ¿desactivada?, con un escándalo más que pasará a la iniquidad del desván de los olvidos, vía indecencia impune, por más que lleguen a hacer el paripé de que “todo tiene una explicación. . . y esa explicación que ustedes me solicitan yo . . .les daré tal explicación”. . . para que todo quede, una vez más en agua de borrajas.
Porque tal vez se reunieron para tratar eso de “hacerse el menos daño posible”. Porque sin duda que el señor titular del ministerio del Interior tenía el placet del mandamás que tanto le cuesta hablar de “esas cosas”.
Porque ya se sabe que si “uno se hace el muerto termina por ¿flotar?”.
Torre del Mar agosto – 2.015