Dispuesta a allanar el camino a quienes sienten la angustia de tener que zambullirse entre montañas de papeles, la Agencia Tributaria puso en marcha en 2003 el servicio de envío de borradores. Este sistema, que ha ido ganando adeptos desde entonces, se ha transformado en todo un salvavidas para los que temen hacer números. Sin embargo, la comodidad del atajo puede acabar siendo contraproducente. Y es que, según advierten los asesores fiscales, ocho de cada diez documentos confeccionados por el fisco llegan incompletos. Los profesionales aseguran que la inmensa mayoría no recogen todas las deducciones que aportan un balón de oxígeno a las cuentas de los contribuyentes.
Ante este panorama, y cuando apenas quedan tres semanas para que finalice el plazo para rendir cuentas con Hacienda -el último día es el 2 de julio, o el 25 de junio si se domicilia el pago- los gestores administrativos alertan de que muchos declarantes pagarán más de lo que verdaderamente deberían por el simple hecho de no revisar bien los borradores y desconocer los supuestos que arañan euros a su renta.
Leerlos «con lupa»
Es por ello que Jose María Muñoz, delegado en Málaga de la Asociación Española de Asesores Fiscales, aconseja revisar los textos «con lupa». Ojo con darles el visto bueno a la ligera. «Hay mucha gente que parte de la base de que los datos que le envía Hacienda son los correctos y no se para siquiera a cuestionarlos. Ahí está el error», subraya Muñoz, que hace hincapié en la importancia de comprobar «uno por uno» todos los puntos del borrador. «De hecho, la mayoría de las declaraciones que hemos revisado en el despacho estaban mal», ilustra.
Preguntados por las ausencias más comunes en los documentos que confecciona el fisco, los asesores consultados coinciden en que buena parte de los borradores no contemplan las deducciones por tener constituida una hipoteca o por realizar aportaciones a una cuenta ahorro vivienda. «En estos campos suele haber muchos errores, ya que son innumerables los textos que no reflejan las desgravaciones que le corresponden al usuario», sentencia Eduardo Cortés, asesor fiscal y secretario de la Asociación de Técnicos Tributarios y Asesores Fiscales de Andalucía.
El problema es que estos olvidos salen muy caros. En la calle hay miles de testimonios. Ester R. -por ejemplo- cuenta que el borrador le salía a devolver 260 euros. Cantidad que le extrañó porque en el ejercicio anterior había triplicado las aportaciones a su a cuenta vivienda. Al revisar la declaración con sus asesor comprobó que no se la habían tenido en cuenta y que le correspondían cerca de 1.000 euros. A Javier L le ocurrió lo mismo pero con el préstamo hipotecario. Según el borrador le debían un reintegro de 29 euros. Por suerte, su asesor le corrigió: hecho el ajuste, Hacienda tenía que devolverle más de 900.
Compras sobre plano
Las gestorías advierten asimismo de que hay que controlar los pagos realizados a promotoras, en los casos de compra sobre plano. «Los promotores no tienen por qué informar, de modo que esos desembolsos que pueden ser deducibles no aparecen en los borradores», exponen.
Otros errores comunes consisten en obviar datos personales del declarante. «Si hay cambios en la unidad familiar, como el nacimiento de un hijo, a no ser que la madre haya pedido la paga de los 100 euros, lo normal es que en Hacienda no conste», revela Cortés quien añade otra falta frecuente: los donativos, las aportaciones a sindicatos o las deducciones por seguros de vida vinculados a hipotecas.
Fuentes de la Agencia Tributaria, por su parte, han insistido en varias ocasiones en que el borrador «sólo es eso», es decir, «una propuesta de declaración que debe ser revisada por el contribuyente», y que hasta su confirmación únicamente tiene «efectos informativos». Para evitar sorpresas, los gestores recomiendan repasar la declaración con un experto, cuyo coste ronda entre los 60 y los 90 euros.
DIARIO SUR