Oír, ver, callar. Y cobrar

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¿Entonces? Bueno, ya le habían dicho en su partido que no se preocupara porque allí había gente que sí sabía.

¿Y por qué el PP eligió entonces a Rojo-Izquierdo para el Comité de Auditorías? No lo sabemos con certeza, pero si aquí hay humo y huele a tabaco es que alguien ha fumado. Porque resulta, hay que ver que coincidencias, que Rojo-Izquierdo era asesora del Gabinete de la Presidencia de la Comunidad de Madrid cuando esta era ocupada por Esperanza Aguirre.

Pero no es único el caso, ni mucho menos. Aún recordamos todos a otra analfabeta numérica, Isabel Cambronero Casanova, quien en junio declaró en las Cortes Valencianas “no saber cómo acabó formando parte de la comisión de control de la CAM”, ya que carece de conocimientos financieros. Cambronero es profesora de ballet en Murcia, entró en representación de los impositores, y le comunicaron el nuevo cargo cuando estaba de viaje de luna de miel. Todo un detalle de la quebrada CAM.

Claro que también había quien tenía conocimientos en ese Comité de Auditoría de Bankia, o se le suponen, y nada decía. El exconsejero de Bankia Juan Manuel Suárez del Toro —presidente también de Cruz Roja y de La Caja de Canarias— compareció el lunes en la Audiencia. Allí dijo, entre otras cosas, que su misión era “asistir a los consejos y votar lo que le indicaban”.

Un ruego a los partidos. ¿No tienen amigos, parientes y paniaguados que sepan sumar y restar o, en su defecto, que sepan preguntar?

Por no hablar de los 374.000 euros que se llevó Rojo-Izquierdo en 2011. Y sin conocimientos. Suárez, por cierto, se quedó en 235.000.

¿Alguien se extraña del estado actual de Bankia