OLORES DE ESTÍO

OLORES DE ESTÍO

 

Olores de antaño,

olores y fragancias,

intensos,

infantiles,

acaramelados de néctares

y ocasos,

de carreras y risas,

de gangilones agónicos

que ventean,

de trillos que no se detienen,

de besos que se adivinan

entre caricias

encontradizas,

tras el abuelo,

a regar la huerta,

con pan y chocolate

de merienda,

en pos de los olores

y fragancias

amables y vegetales,

de entonces,

de cuando era niño

veraneante,

niño forastero . . .

en el pueblo de mis mayores,

asomándome a la vida

que era vida,

cuando yo quería

enamorarme

. . . todos los días

. . . frente al desayuno

de sopas de leche,

guarecidos los olores

que vienen

a recordarme

que algún día

fui niño

feliz

empapado

de olores y risas

de fragancias

y miradas . . . por reencontrarse

en besos imaginados

de antaño.

Torre del Mar julio – 2.016