Otiñano y Jiménez

El ex jugador del Málaga, pero sobre todo el amigo de media Málaga, había fallecido en un accidente que nos rompió el alma a quienes le conocíamos. Nacido en Llodio (Vizcaya), Otiñano había llegado al equipo de nuestra ciudad procedente del Real Madrid. Y aquí destacó como futbolista, aquí creó su familia y aquí se hizo un malagueño más, tanto como lo es su esposa, Chica, tanto como se sienten hoy día sus hijos Luis, Javier y Marta, y como se sentirán el día de mañana seguramente esos nietos a los que no pudo conocer. En suma, que no se podía pasar por alto la pérdida de un gran deportista que, fútbol aparte, no paró nunca de hacer amigos, de dar ejemplo y de ofrecerse a los demás.

Y, en el seno del Club El Candado, se creó el Premio Otiñano a los valores humanos en el deporte. Hoy se va a celebrar la edición número doce y en ella se va a premiar a un deportista malagueño, humilde en sus principios, todo un campeón en los circuitos de golf, donde lo ha conseguido casi todo. Un hombre que presume de churrianero y al que los éxitos, la fama y el dinero no han afectado en su personalidad ni en su sencillez. Todo lo contrario: Miguel Ángel Jiménez, que es ese hombre, se afana cada día más en colaborar con Proyecto Hombre, que sepamos, y anda por medio mundo captando el respeto y las simpatías de gentes que no solo empiezan a sentir atracción por Málaga, sino que saben cómo llegar a Churriana.
En estos tiempos que corren, en los que la falta de valores está llevando a un caos del que también se resiente el deporte, es de justicia resaltar un acto como el de hoy en el que se aplaude el factor humano de todo un campeón. José Miguel Arregui, presidente de El Candado y del jurado que concede los premios, confiesa sentirse empeñado y comprometido a mantener y enaltecer cada día la figura del deportista que sea ejemplo para los demás
 
Fuente: Diario sur.