De la mano del guitarrista Paco Javier Jimeno, que estuvo en maestro haciendo una impecable demostración de conocimiento y técnica y sensibilidad, para hacer un monumento al flamenco clásico en una noche que permanecerá entre nuestros recuerdos en el lugar de privilegio reservado para las grandes emociones.
Antonio Trujillo, “Chichi de Alcalá”, conoce bien el cante y sabe ajustar su voz de manera intuitiva al modo flamenco. Cantó siguiendo los compases de esa orquesta bien coordinada que es la guitarra de Jimeno, conociendo el oficio y sabiendo las limitaciones propias. Por eso, la actuación del veterano cantaor de Alcalá del Valle (pueblo próximo a Ronda e influenciado por sus gustos flamencos) fue una lección de pundonor, de entrega, de pasión y de sinceridad interpretativa. En los cantes por malagueñas, al estilo de Francisco Antonio Enrique Jiménez Fernández “El Mellizo”, ya nos dijo, con el jondo desgarro de los grandes, que no había venido a hacer una faena de aliño. Cantó luego por farrucas –palo poco habitual si no es para el baile- de una manera muy personal. En realidad, todo en él suena como propio. Y ayudado de manera inteligente por el guitarrista, interpretó tientos y tangos, pero en los cantes de Cádiz tuvo detalles de maestro recordando las viejas voces que definieron hace muchos años los estilos gaditanos. Sin embargo, en las soleares que tienen su origen musical en el entorno flamenco de “Alcalá de los Panaeros” se nos mostró en toda su grandeza. Como cantaor y como letrista. Recogidas en su voz quebrada y jonda, meciendo a gusto los tercios parándolos hasta dejarlos dormir en un ensueño precioso, cantando por derecho, sin mentirijillas. Así llegó al corazón del respetable la mágica emoción de este exquisito cantaor. Fue su mejor cante, pero no acabó ahí su larga actuación: nos regaló una sentida serie de fandangos, que remató con uno al estilo de Rafael Ramos Antúnez “El Gloria”, y un ramillete de olorosas bulerías que fueron desde las clásicas a los cuplés. Y con el público puesto en pie y aplaudiendo a rabiar, se despidió para cerrar la primera parte del concierto.
Jesús Méndez, la voz joven más señera de Jerez, la de más proyección y más presente, pisaba por vez primera El Patio de Estepona, por el que han pasado primeras figuras del flamenco actual. Con una voz que recuerda los ecos de Manolo Caracol y La Paquera de Jerez, a cuya familia pertenece, esplendente y flexible, poderosa, deprecioso metal, encaró su brillantísima actuación con valentía y unas uniquitas formas que lo definen como cantaor serio y profundo. Como bien demostró en la soleá por bulerías (“bulerías p’a escuchá”, según la denominación de origen jerezana) con absoluto respeto y cantando a la manera clásica, sin brindis al sol. Ver al cantaor y al guitarrista en ese diálogo de conocimiento y pasión fue todo un hito añadido a la gran actuación de ambos. Fueron momentos vibrantes y de gran temblor poético, pues la música de Jimeno y la voz de Méndez fueron dos poemas jondos solo al alcance de muy pocos artistas del panorama flamenco que podemos divisar en los días de la emoción. Los dos tarantos y la taranta de la Gabriela fueron una demostración de la largueza estilística del jerezano y una lección de cómo se debe acompañar por parte del tocaor de Estepona. Y ya, con la garganta caliente y el corazón ardiendo, era el momento de atreverse con el cante por seguiriyas de Jerez, que interpretó siguiendo los cánones de la tierra y recordando a los grandes: la cabal al estilo de Sernita de Jerez fue un monumento a su memoria. Pero, todavía gustó más en el cante por fandangos -recordando siempre el sello de la casa a la que genéticamente pertenece-, que completó con los estilo de El Gloria y Manuel Torre. Puesto en pie, cantando sin micrófono, provocó el delirio del respetable y el reconocimiento general, que completó con la puesta en escena del cante por bulerías. Jesús Méndez y Paco Javier Jimeno armaron el taco y se retiraron entre aplausos y piropos. El cielo de Estepona era entonces suave lluvia. Y nuestros corazones, puro gozo y contenida emoción.
Lugar, fecha y hora: El Patio, 10 de octubre, 21:00 horas. Aforo: Lleno. Cante: Antonio Trujillo “Chichi de Alcalá”, Jesús Méndez. Guitarrista: Paco Javier Jimeno. Producción y organización: Asociación Estepona Flamenco. Colabora: Ayuntamiento de Estepona