Como para crezca el desapego y la desconfianza, igual en plena sintonía con el deseo de los truhanes que mal nos gobiernan, tan encantados de que demos la espalda a sus tejemanejes, por desesperación inacabable, mientras ellos se dan los parabienes deseados e imprescindibles para seguir mangoneando, como deban seguir enfangando el panorama humano que se hunde y se funde en la desesperanza insufrible.
Parabienes, pues, y respaldos cobrados cuando proceda, a un interés creciente, sobrevolando la tierra devastada, mintiendo y pregonando las “mentiras del barquero”, nos pongamos como nos pongamos. . . porque a ellos les va de maravilla . . .y además no pueden perder tiempo. . . en el desmantelamiento urgente de la sociedad vertebrada, partido su espinazo, tal vez sin posible componenda, mientras auguran las salidas debidas e infumables a una realidad que no se corresponde.
Con una clase media caída en picado y una clase baja desaparecida en el marasmo de la precariedad más insultante. Mientras la lección va siendo bien aprendida. Más trabajo por menos jornal. Menos derechos por más hostigamiento. Mientras sacan pecho y tememos al miedo que nos atenaza, por quedarnos con menos de nada, por si somos capaces de conformarnos con menos de lo indecente.
Cuando resulta que ya un 65% de los jóvenes aceptaría cualquier trabajo, cualquier condición laboral, . . .sin preguntar por lo que fueran a pagarle. ¡En la Arcadia del empresario sacando más y más por menos gasto!. . .al menos en material humano. . .porque ¡qué carajo. . .qué se jodan!
Torre del Mar 18 – enero – 2.014