Desde "la cola del león o la cabeza del ratón" a los asuntos particulares, de las distintas agrupaciones socialistas, en este caso, de Despeñaperros hacia más el sur, inflamando el predio andalusí de mucha adhesión reglamentaria.
Con la "baronesa" Susana Díaz defendiendo a sus mesnadas, muy apretadas al calorcillo del poder, siquiera sea regionalista, autonómica, contra "la mano que le dará de comer", según la propia ideología que se defiende con "uñas y dientes" el chiringuito montado, desde hace tantos años, por encima de todas las contingencias, por seguir en el machito del retruécano constante, en un artificio representado de inmejorables intenciones, cercanías muy retrecheras, palmadas, abrazos, guiños, … compromisos que aseguren .. ¡el pesebre!, tan apretados los unos con los otros, como si de una piña encolerizada justificara y defendiera lo que aseguran que es suyo y sólo suyo.
Se haya ganado o se haya perdido, ¡sorprendentemente!, atento el personal "comprometido", defendiendo las ideas propias, la taifa defendida a cara de perro, piropeando a los propios, su esperanza inasequible al desaliento, porque, hoy lo más importante es "Andalucía", anteayer lo fue "España"; un día se soñó con un pesebre nacional, hoy se regresa al feudo regional, pero ¡ojo!, y se erizan las defensas y se amenaza con no "tener que elegir sobre qué lealtad",¿?, porque se están jugando las lealtades más rentables, aquellas que no pongan en peligro el … ¡pesebre! … del cortijo del sur. Lástima de tanto clientelismo, deod gracias ante el pesebre que vendrá a "socorrer" a los socialistas de ¿pata negra?.
Y que viva el aparatisch, y que se defienda el intríngulis interno de los "fontaneros" que luchan a brazo partido por conservar sus estatus.
Y así pues se plantó Susana Díaz, adalid de los suyos, muy "presidenta" ella de la cosa nacional o de la regional, que da lo mismo si el pesebre se asegura. Por supuesto, para quienes tanto gritan y jalean. Porque con las cosas de comer no se juegan. Y se plantó su Serenísima ante el arribista Pedro Sánchez porque aún la venganza está por enfriarse y el rencor ya planea nuevas estrategias torticeras.
Y es lo que hay, el juego de la política muy de provecho propio, incluso parapetándose tras los referentes mayores que "callan y otorgan", porque con el pesebre, sin duda, ni se juega ni se pone en peligro, por mucha costura ideológica puesta en cuestión