Fue tal su vinculación artística con este bravo animal que el toro llegó a sustituir su propia figura en muchas escenas amorosas de sus obras de la década de los 30.
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Estos días, la Fundación Picasso-Casa Natal ofrece la exposición
Picasso, arte y arena, en la que reúne una amplia panorámica de su obra gráfica, acompañada por algunas cerámicas con temática taurina procedente los fondos de la propia fundación. Se trata de 39 piezas, de las 49 que componen la colección de obras de materia taurina de la Casa Natal. Esta muestra se completa con un ciclo de conferencias titulada Toros, una visión cultural, que se desarrollará durante este mes. Todo ello se encuadra en la celebración de la Corrida Picasiana del próximo 11 de abril en la plaza de toros de La Malagueta.
La muestra incluye una serie de litografías realizadas entre diciembre de 1945 y enero de 1946 en las que Picasso procede a una paulatina y radical simplificación de la figura del toro. Son 11 estampas que recogen las posibilidades realistas de la expresión, su sometimiento a las normas cubistas y, posteriormente, su despojamiento según una estética próxima al surrealismo. Complemento de esta serie es la litografía titulada Página de toros (1945), que rememora los grandes conjuntos de animales de la pintura rupestre.
Junto a estas imágenes, la exposición recoge representaciones de toros limitadas a la testuz y otras que los representan enteros o convertidos en seres alados que juguetean, además de escenas de corrida plenas de dramatismo y movimiento. Junto a estos grabados, los libros ilustrados por Picasso también testimonian su fascinación por los toros, como sucede en los realizados en 1929 para el libro de Balzac La chef d»oeuvre inconnu, publicado en 1931 en los que la representación se mantiene en un tenso equilibrio entre la placidez clasicista y la tensión extrema de la corrida.
En la Casa Natal de Picasso. Málaga. Hasta el 1 de julio. 1 euro.
Fuente: El Pais