Pero por lo visto que éste no es el asunto principal, ni mucho menos, que los niños coman o no, bien o regular o mal, mucho o poco, caro o barato, como para que la primera intención sea argüir el enfrentamiento y la descalificación políticas, sin que importen demasiado los niños, mientras se cosechan réditos políticos de uno a otro bando y viceversa.
Porque . . . ¿hay o no hay niños que no tienen para comer lo suficiente?. . . Con el panorama que corre : ¡pues sí! ¡haylos! y demasiados. . .y esa debe ser la primera preocupación y el único reto a solventar, de una manera o de otra, . . .porque nuestros pequeños deben alimentarse de acuerdo a sus necesidades e incluso diría hasta de sus pequeños caprichos . . . porque la realidad es tozuda, y nada es gratuito, y la economía se hunde, y la espera no puede ser infinita, y, con perdón, vamos o nos llevan de culo, . . .y los niños no tienen que pagar el desastre que impera en nuestro país, y los niños deben tener asegurada su alimentación y hasta su felicidad . . . empezando por comer bien, aunque la sociedad, el gobierno, quien tenga la responsabilidad institucional de asegurar su nutrición, aquella que precise cada niño, . . .aunque toda sea denunciable de populismo, demagogia, . . .y demás argumentarios tan crueles como mezquinos.
Porque corremos el peligro de que siempre se nos escape el asunto principal, si es que nos interesa ¿aunque resulte populista? pues aunque huela a populismo que igual ni eso, porque la necesidad es la necesidad y un niño con hambre es un niño con hambre, y un niño depauperado es un niño depauperado, y un niños alimentándose de patatas, potaje y grasas industriales es un niño desnutrido y mal alimentado . . . o es que no sabemos el precio de la fruta, y el precio de la carnecita y el del pescadito . . .y el precio de la alimentación saludable.
Y el señorito Ernesto de Buruaga haciendo la gracieta de que ¿por qué en lugar de comida no les regalan a los niños andaluces una bicicleta?. . . pues por qué primero será asegurarles la comida y luego . . . la bicicleta ¿por qué no? o eso ¿sería despilfarro? . . . y ¿aquí nadie despilfarra?. . . y sin cobrarles un euro a quienes lo necesiten, y cobrándose en solidaridad la apuesta por nuestros hijos. . . aunque hoy por hoy no creamos en su futuro.
Torre del Mar 22 – abril – 2.013