Portillo, un alumno aplicado

Una de las sorpresas en lo que va de verano es la confianza que está depositando Manuel Pellegrini en Portillo, aunque tenga mucho que ver que Cazorla e Isco todavía no se han podido estrenar en el programa de partidos de pretemporada -el olímpico puede reincorporarse antes tras su temprana eliminación-. El centrocampista, preferentemente de banda derecha, apenas jugó 133 minutos en competición oficial el pasado curso, distribuidos entre 97 en la Liga (todo el choque en el Camp Nou) y 36 en la Copa del Rey (en Getafe), y ahora parte como recurso habitual.

Si Xavi Torres es una de las revelaciones en lo poco que se lleva jugado -pareció que el Levante se quedaría con sus servicios o que el Getafe pujaría por él-, Portillo es el otro. Ante el estado actual de las cosas, el técnico no quiere desprenderse del primero, y al segundo le está dando mucha confianza. Sin ir más lejos es el que más minutos ha jugado hasta ahora (288), si se exceptúan los defensas Demichelis y Weligton (ambos con 360), que apenas rotan en un puesto en el que está habiendo poca competencia.

Sorprendió en su momento que Pellegrini manifestara antes del final de la temporada a sus próximos su confianza en Portillo como elemento de la primera plantilla este curso. Le dio bola a su llegada al equipo (878 minutos en la temporada 2010-11), pero apenas se la concedió en el siguiente ejercicio.

Un perfil ideal

Portillo ya no viste el dorsal '27', sino uno de los primeros. Se la ha visto con el '7' y con el '10', dos de los más suculentos; el primero, el de Joaquín, y el segundo el que ha dejado libre Apoño. A falta de un reparto definitivo, este detalle corrobora que su situación es diferente a otros jugadores más en el alambre de los que conforman ahora el grupo, como Malagueño o los jóvenes Adrián y Jurado.

Además, Portillo tiene a su favor el hecho de ser un jugador claramente del perfil de los que le gustan a Pellegrini. Encaja a la perfección en su concepción del centro del campo sin extremos claros y con un aprovechamiento de los espacios libres, no con una ocupación permanente.

Portillo se muestra muy participativo, asociativo con el balón y de los que más dinamismo dan al juego, porque mejora las cuotas de posesión. En contra del canterano se le ha achacado en las tres últimas campañas su poca determinación en el área rival o lo poco que pone a prueba su puntería frente al marco rival.

Ya con 22 años recién cumplidos, Portillo afronta la que debe de ser la temporada de su reválida en la elite, el año para demostrar si tiene sitio en ella o su camino más natural debiera partir desde más abajo. Su repertorio trata de parecerse al de Isco y, sobre todo, Cazorla. Aún sin aunar alguna de las virtudes de juego del asturiano, el 'nuevo' Portillo intenta ofrecerse por zonas interiores, parece más resistente en lo físico y lucha por ser más decisivo en el último pase u ofreciendo desmarques en zona de peligro. Pero sigue lejos del gol: un buen compendio de todo ello fue su gran oportunidad ante el Zamora, al advertir el espacio libre en la frontal del área en la mejor acción del primer periodo