Aún habría mantenido opciones de salvación en la última jornada de no haber ganado el Cartagena en Jaén, pero este sí hizo sus deberes esta tarde y venció por 1-2. Y_todo, pese a que el equipo paleño, lejos de atrincherase y buscar el contragolpe, se mostró como uno de los mejores equipos que han pasado por Los Cármenes: sin complejos y con ocasiones para, al menos, llevarse un punto. Sin embargo, perdonó tanto que lo terminó pagando.
La imagen del final del encuentro lo decía todo: todos los jugadores paleños se encontraban tirados en el césped dispersos por el campo, lamentándose de una derrota que no merecieron, y que en ese momento casi los abocaba al descenso. Seis horas después ya fue matemático.
La primera mitad estuvo muy igualada. Las ocasiones se sucedían en ambas áreas en un auténtico correcalles. Ambos conjuntos no se encontraban en situación para perder el tiempo, ya que llegaban a este encuentro con la acuciante necesidad de llevarse los tres puntos para cumplir sus respectivos objetivos, y así pelearon en todo momento por lograrlos.
Muy ofensivo
De este modo, El Palo, en cuyo banquillo se estrenaba Fernando por la salida el pasado lunes de Rafa Muñoz, se mostró como un equipo muy ofensivo, con cualidades en la estrategia, y lejos de otros que han jugado en Los Cármenes esta temporada. De haber estado más acertado el delantero paleño Julián, los de la Costa del Sol podrían haberse ido al descanso con una buena renta a su favor. Eso sí, el filial del Granada también desperdició numerosas ocasiones. Y es que Julián, junto a Juanillo y Damián, dispuso de hasta cuatro ocasiones para empujar el cuero, pero sus lanzamientos se marcharon fuera.
Nada más comenzar la segunda parte, un saque de esquina de Juanillo a punto estuvo de ser convertido por Nacho Aranda. Sin embargo, en vez de picar la pelota, la peinó y salió por el segundo palo. Minutos más tarde fue Marín, pero su disparo rozó el larguero.
Pero si las anteriores ocasiones fueron claras para adelantar a El Palo, más lo fue aquella en la que Juanillo envió un pase buscando la espalda de la defensa granadina. El cuero lo interceptó Pibe, pero su disparo cruzado en el mano a mano pegó en el poste y el rechace se paseó por toda la portería sin entrar.
Y cuando más enchufado estaba el equipo malagueño, el Granada B logró anotar el 1-0 a través de Morante, quien aprovechó un fallo defensivo en el corazón del área y mandó el balón a la escuadra.
El gol sentó como un jarro de agua fría a las huestes visitantes, quienes poco a poco se fueron despertando con las ocasiones de Zamorano, que elevó en demasía el balón, o Pibe, que perdonó nuevamente. El filial del Granada a punto estuvo de marcar el segundo, pero Matheus falló incomprensiblemente. Mientras Pol Ballesté salvaba a su equipo de encajar el segundo, Zamorano lo intentó con un lanzamiento de falta que salió desviado por poco.
Y cuando se llegaba al final, a falta de dos minutos, Pirulo convirtió su disparo a la media vuelta cruzando el cuero para conseguir el empate. Sin embargo, poco duró la alegría a El Palo, quien tras el saque de centro del filial granadino encajó el tanto de la derrota convertido por Cuero con la ayuda de Cala. Ese gol redujo al mínimo las opciones de lograr la permanencia en la última jornada. Pero horas después desaparecieron. Punto final al sueño del equipo en Segunda B