Pues ni con esas, que dice la Cospedal, que largo nos lo han de fiar para que cuaje el cargo, aunque haya quedado ciscado el santa santórum del honorable partido en el poder, porque todo es mentirijilla y además como dijo su líder “no lo sabe”. . .”nada se podrá demostrar”. . . y que la contabilidad del partido es la que ellos dicen que es, transparente e intocable.
Y de paso que era Bárcenas quien pasaba por allí como para haberse hecho cargo de la tesorería, que es una minucia sin importancia . . .como pretenden que demos por asentado.
Resulta que también está muy feliz por lo suyo, por no haber sido condenado por cohecho y prevaricación aunque sí por fraude fiscal, otra minucia, el siempre y de siempre “muy ejemplar” hombre público, suertudo y boludo, el “abuelo que construyó un aeropuerto”, el Carlos Fabra que también debía pasar por allí. . . porque ahora mismo e insiste la Cospedal ya no “currela” en el PP. . . aunque el “ocaso del señor Fabra” por no tener ya no tiene ni palmeros. . . y se le da por amortizado.
Y es que los malos e infundiosos siempre llegan tarde y a deshora como para tomarlos en serio cuando no hay nada que afear a los testaferros del poder tan impolutos en “sus verdades a su medida”..
Aunque la marca España ayer tuviera que dejar en tierra al príncipe por falta de aviones o así, aunque resultara que tampoco fuera a importar nada porque los discursos los podrá largar por soporte digital y todo quedará en un pasemisí de un trágala más al que nadie dé más importancia.
Y también resulta en la misma línea de cutre verismo que el nunca suficientemente vilipendiado, mártir de sus desvelos, el ex primer ministro Berlusconi que no quiere dejar de ser senador recibió la visita amical de su querido Putin que se presentó en Roma, de visita y poco más, aguerrido y pertrechado de comitiva a lo grande: 11 ministros, cinco aviones y 50 coches blindados, para irse corriendo a ponerse frente al papa Francisco, para santiguarse y poder besar el cuadro de la virgen que regaló a su santidad, para ir inmediatamente después, más corriendo que despacio, a consolar a su afligido “amiguito del alma” el señor Berlusconi. . .mientras se lame las heridas el golfante gañán en su caída al olvido ¿con o sin oprobio?.
Mientras también resulta que en otro orden de cosas el cáustico y acerado periodista Miguel Ángel Aguilar nos invita a aprender a “fracasar mucho mejor”. . .viendo que la que está cayendo no está por la labor de escampar, supongo, al menos para que tengamos el consuelo de no haber sido “tontos inconscientes” del derrumbe generalizado, ahora y desde hace tanto que nos tomaron por papanatas intercambiables.
Mientras arrecian y amenazan los nubarrones con el ERE, por ejemplo, de ahora en Málaga contra los basureros de la ciudad, que “va a dejar de necesitar”, cosas del ahorro y la consecución del déficit del orden de 385 probos empleados de la limpieza diariamente, amén de que acepten, estos sacrificados trabajadores de la limpieza de la mierda ajena, una rebaja salarial del 28% y una salida deshonrosa al paro de cuatro meses y medio al año,. . . ¡Sabiendo fracasar, qué carajo! como para que se atrevan a hacer huelga y a no asegurar unos servicios mínimos que desvirtúe el impacto de la denigrada huelga.
Ahora mismo que también, Rabat anda estudiando la conveniencia de erigir otra valla “disuasoria” contra los inmigrantes que osen llegar de Argelia, . .y así en poco tiempo todos autoencerrados por vallados “no agresivos”. . . huyendo de los aires que quieran venir de fuera, tan cuidados de nosotros mismos mientras nos quedamos sin niños. . .hasta que se nos ocurra acoger otra inmigrantes que vengan a “rellenar” los jóvenes imprescindibles para seguir sobreviviendo.
En tanto Artur Más ya no sabe si meterse a pacifista gandhiano o a exiliado directamente de su madrastra España, enarbolando el laberinto de su independentismo algo huero y algo interesado.
A la vez que la Ana Mato de nuestras desdichas sabe muy bien a quién nombrar como asesor de los hospitales públicos de Melilla y Ceuta, al señor Lamela, imputado en su comunidad madrileña, que todo ha de quedar en familia y el derrumbe ha de continuar sin tregua ni descanso.
Y así dale que dale, de cutrerío en cutrerío hasta la desazón creciente, al desamparo inhumano de nuestros desahogados próceres, porque nada será hoy igual que ayer ni con mucho porque la capacidad de empeorar y defraudar sigue siendo imparable.
¡Qué cutre! el recuento de desgracias que chaparrean sobre nuestras desventuras.
Torre del Mar 7 – diciembre – 2.013