Y para empezar todos tan amigos en las alturas, entre ellos. Ayer el nuevo presidente electo dijo que los Clinton eran "buena gente", y que "van a aprender mucho los unos de los otros", pues claro.
Y de paso ya ha asegurado que expulsará a tres millones de inmigrantes ilegales, ¿de una patada, en autobús, al mar, a sus países de origen?, . . . pero ¿se quedarán los estadounidenses "rebeldes" con los millones imprescindibles que aseguren el trabajo sucio, el que nadie quiere?, porque haberlos haylos, inmigrantes de primera y "mala gente de allende los muros y vallas que encierran al país de "la extinta hospitalidad".
Esta mañana al ir a coger el diario he visto algunas portadas de esas revistas "hepáticas" del runrún y el cotilleo barato y malsano, y ha habido una imagen y un titular que me han llamado especialmente la atención, como paradigma de los nuevos tiempos que ¿nos van asolando?, o vaya uno a saber por qué y con cuánta impúdica razón que nos vaya haciendo tan serviles ante el glamour enlatado de tres al cuatro.
Y así aparece en una imagen a todo color la racial cupletista en revival, la tal Isabel Pantoja, con aspecto de globo chino, con cara estirada muy hacia atrás, hasta la deformidad bruñida de supuesto ¿aspecto rejuvenecido?, como si ya se hubiera negado a cumplir más años, ¡qué calvario!, en una huida en restrospectiva por no conformarse con haber llegado a ser una dama venerable, por ejemplo.
Como para que el contagio sea efectivo a precio de saldo.
Y luego el titular, llamativo: "Ni hay crisis ni he sido infiel", según confiesa el provecto senior Bigote Arrocet, y uno se queda, como poco, perplejo, ante tal grado de confesión íntima, como si de un adolescente se tratara, cuando a cierta edad lo de la infidelidad ni es ni deja de ser motivo de mostrar, como si de un argumento de peso, ¿de peso de qué?, se tratara, n un despliegue de inmadurez inacabable, incluso para mostrarnos cómo se puede no tener rubor para ir contando alferecías amorosas a cierta edad, como para ir contando las cuitas del amor y el desamor en colorín.
Y así están las cosas, sotto vocce, para que la vida siga igual, ¡natural!, porque, al cabo, los amos saben muy bien la ración que nos vamos mereciendo.
Y de soslayo la Guardia Civil informando que, en la Comunidad de Madrid, cuando Esperanza Aguirre era presidente, se utilizaron fondos públicos para "malmeter" en las mareas verdes y blancas, de la defensa de la Educación y Sanidad públicas, para que ahora también, la actual presidenta de Madrid Cristina Cifuentes haya afirmado que también, cuando Esperanza Aguirre era la presidenta, se ordenó espionaje a cargos del mismo partido en Madrid, vamos ¡una merengada!, con dinero público, ¡por supuesto!.
Y el PP creciendo, y el PSOE abierto en canal por una pura e indecente lucha de poder, amagando, amagando, y Susana aguardando la aclamación ¿cuando la dicte Felipe González?, y de paso y como alivio Podemos el gran culpable de todos los males por venir, mientras C´s haciendo su labor inestimable, incluso hasta ¿su autoliquidación en beneficio de la derecha fetén?.
Pues por eso.
Torre del Mar noviembre – 2.016