El otro día me comentaba una amiga que, con 36 años y doce de ellos trabajando a plena satisfacción, acababa de perder su empleo y aún andaba “en una nube”. Tras varios meses aguantando las presiones de su patrón, con cartas de despido, desautorizadas a los pocos días, para volver a ser presentadas, mientras se sentía vigilada minuto a minuto por si cometía algún error achacable.
Y mi amiga se encontraba aún en estado de shock, dispuesta a ofrecer su capacidad, profesionalidad aderezada de dominio de varios idiomas, y a la expectativa de ¿aceptar o no?. Un mal empleo, de a razón ¿de 400 euros, 600 euros . . . por jornadas de ocho o diez horas diarias?, dentro de la tónica general de los “nuevos tiempos”.
Para enmendarse al final casi, casi, y solo. . . a algún chispazo de ¿buena suerte?.
Simultáneamente los golfantes, perillanes, granujas, truhanes, de alto rango y ringo, . . . que durante años y años han ido rapiñando, robando . . . en las arcas públicas . . . van “sobreviviendo” a merced de “sus ahorros ramoneados de extranjis”, pagando fortunas, de lo robado, en excelsas defensas que traten de librarles de condenas que no están dispuestos a aceptar, porque ellos proclaman, ¡claro que sí!, su indecente inocencia, proclamada y pagada a precio de oro. Aduciendo que ellos no sabían nada, pasaban por allí, eran muy confiados, tanto como incompetentes, por lo visto. Uno contempla a la Rita Barberá de turno y solo lamenta que su defensa a ultranza y con todas las triquiñuelas a su favor sean tan eficaces, porque va a resultar, y son ruedas de molino las de comulgar, que la v´ctima era ella, alcaldesa de Valencia durante 24 años en puro carácter decorativo.¡Bendita fullera!, ¡uy perdón! . . . por tanto supuesto prejuicio. . . en contra de la descarada evidencia.
Como para que luego concluyamos en que “nuestros supervivientes” sean los rufianes de gran pedigrí y posición, en apuros.
Y entretanto y de refilón el Núñez Feijoo, candidato “in péctore”, “llorando” porque solo tuvo que aceptar la única jugada que le dejaron los suyos: intentarlo en Galicia, el cortijo de la “saudade” conservadora.
Para que luego venga el Rajoy imperturbable y nos dé la esencia de la “supervivencia” en su abecé nauseabundo e inmoral, con aquello de que “Nadie es perfecto”.
¿Se imaginan que un ladrón de manual adujera aquello de que “nadie es perfecto” para que su delito fuera sobreseído, no tomado en cuenta?.
Y es que es verdad “Los trileros no son perfectos”, y a veces hacen que pierden antes de salirse de naja . . . con todo el botín, por mucho que se siga arguyendo incompetencia, inutilidad, ignorancia, inocencia increíble, impostada . . .
Cuando paralelamente nos enteramos de lo de “las sociedades opacas en Panamá”, con una ¿insigne? . . . representante española, una tal Pilar Borbón para que el desánimo cunda y hurga entre “los pueblerinos” que somos todos, mujeres y hombres del pueblo, manoseados, engañados, chuleados . . . hasta el último céntimo, hundidos . . . mientras los “supervivientes” de la desvergüenza de alto postín naufragan, flotan y siguen navegando a su aire.
Y seguiremos “premiándoles”, y seguiremos dándonos a las andadas de “no meternos en política”, mientras el partido de la corrupción sistémica esgrime aún orgulloso sus siete millones de votantes.
Torre del Mar abril – 2.016