Reivindicaciones de El Palo

Por su parte, la Asociación de Vecinos de El Palo ha sido uno de los grandes impulsores del movimiento social para la protección de la cueva, que ha supuesto la última batalla de una larga trayectoria de enfrentamientos con la fábrica. La recogida de firmas para proteger la gruta que han bautizado como Maravilla Blanca, promovida por el Club de Montañismo Rincón de la Victoria, alcanza a fecha de publicación de este artículo unas 7.800 rúbricas.

Los precedentes de la AAVV de El Palo con la fábrica no se centran tanto en sus aspectos urbanísticos, sino fundamentalmente medioambientales. En 2017, mandaron un recurso a la nueva autorización ambiental a la fábrica, que no recibió respuesta. En 2018, pidieron que el medidor de calidad del aire instalado en la barriada fuera industrial, en vez de urbano, también sin éxito.

Han pagado formaciones para entender en profundidad los posibles efectos secundarios que podría tener sobre la salud la emisión de residuos de la fábrica, han comprado sus propios medidores de Estados Unidos que la Justicia no considera homologados, han realizado varios recursos a documentos oficiales sin respuesta por parte de las administraciones, se han unido a la Plataforma Andaluza Contra la Incineración de Residuos y por el Aire Limpio (PACIRAL)… Un sinfín de acciones de guerra de guerrillas para lograr unos datos que les resulten informativamente satisfactorios sobre los efectos de las emisiones en la salud de los vecinos.

«Tienes la sensación de verte solo, prácticamente luchar contra un muro», plantean desde la entidad vecinal: «A veces te desmoraliza, pero no nos cansamos. Hay que seguir adelante erre que erre porque al final las cosas se consiguen», relatan.

Dado el predicamento que tiene la empresa cementera en la zona, donde patrocina diversos eventos, equipos deportivos y visitas escolares en las que explican el funcionamiento de la fábrica, no siempre se ven respaldados por toda la ciudadanía: «La suerte que tenemos aquí es que el mar limpia mucho. No se nota tanto la contaminación, no la estás viendo, pero la estás respirando».

Plantean convertir el complejo en un centro de atracción turística a partir de las cuevas y/o en parte de un cinturón verde de parques que rodeen la ciudad, alternativas con las que creen que se podrían crear suficientes empleos para paliar ese hipotético cierre de la fábrica, en la que trabajan entre 80 y 500 personas, según la fuente consultada.

Incluso aunque la Junta de Andalucía concluya que se debe proteger la cueva por sus valores arqueológicos o medioambientales, tanto el gobierno autonómico como el Ayuntamiento de Málaga han destacado su intención de compaginar la conservación de la gruta con la actividad de la cementera en la cantera, lo que les aleja de esa visión. «Llegar vamos a llegar, estoy convencida. Lento, pero llegaremos«, sentencian desde la AAVV de El Palo.

Fuente: Diario Español de Málaga