Ayer me comentaban que en los Multicines de mi pueblo, una sola persona, donde hacía poco tiempo se ocupaban a tres personas, se encarga de vender las entradas, de cortarlas, de indicar la sala correspondiente, de vender las chuches, los refrescos y las palomitas y de limpiar luego todas las salas. Todo en uno . . . por “muy poco dinero”, por un salario de mierda, teniendo, pues, que trabajar con unos horarios de difícil conciliación familiar, días laborales y festivos. Y esto me lo comentaba su novia que empezó de taquillera, lo dejó a la fuerza y ahora ha encontrado otro trabajo, de 9 a 2 y de 5 a 9, por un salario similar al de su pareja.
Y están felices o así, porque logran juntar de unos 1.500 euros a 1.800 euros al mes, entre los dos, y por eso están pensando en casarse y embarcarse en una vida en común.
Cuando uno va a los supermercados contempla una profusión extraordinaria de ofertas, de “tres por dos”, de “el 2º producto al 70% menos” . . .etc, en un despliegue de cebos y tentaciones realmente liosas, mientras “el respetable” clientelar va contando “los eurillos” que puede llegar a ahorrarse . . .en la bolsa de la compra de ¡primerísima necesidad!.
En otro orden “el mundo” global, el mundo de las macrofinanzas, el gran mundo, el mundo de los poderosos . . . parece que anda “pinchando” un poco, porque la circunstancia de que el petróleo esté bajando su precio perjudica en la línea de flotación la economía de los más ricos, de los más poderosos, porque los beneficios comienzan a no ser tan ostentosos, “tan rentables”, y entonces todo repercute para mal para los desgraciados de siempre, y así se tambalean a la baja las Bolsas, suben las primas de riesgo, y se aventura ¿una nueva crisis económica mundial?.
Mientras seguiremos al dictado y ¿gobierno? de quienes solo saben, por lo visto, contrastar que “la cosa apunta mal” para los parias de costumbre que habremos de ir preparándonos a poner de nuevo ¿de nuestros bolsillos? . . .lo que nos vayan a pedir . . . para que les salgan, “antes que tarde”, las cuentas y los beneficios crecientes a los poderosos.
Intentando salvarnos como sea y como podamos, que los de arriba ya han dado la señal de alarmas . . . para ellos, exclusivamente. ¡Qué echen al agua, primero, a los de abajo, a los más desfavorecidos, que luego ya quedarán, los ricos, los poderosos, “guardándose sus forradas espaldas”.
Y los titiriteros detenidos en Madrid siguen en prisión, por tercer día consecutivo, sin imputación, sin fianza, por el peligro de ¿qué puedan huir y puedan destruir pruebas?, dando carnaza a los alarmistas de guardia e ideología, con gran parte de los famosos granujas de nuestro país que siguen en libertad, muy presuntos, muy holgados, y con la confianza de la justicia de ¿qué no habrán destruido pruebas? . . .
¡Cuánto cinismo y cuantas dobles varas de medir!, con la aforada Rita Barberá, “la mejor alcaldesa”, tras los visillos, sin haberse visto “tocada” en su función de senadora, ahora, rasa . . . pero senadora.
Y aunque sea rozando la desvergonzada impunidad, ayer noche, un día más, en el salto a Europa, once refugiados más, desaparecidos, ahogados, cerca de la mitad de ellos niños. Y ya vamos asimilando tales tragedias sin inmutarnos, sin compadecernos, sin importarnos demasiado.
Y de paso “se condena al hermano del inmigrante que murió asfixiado en una maleta” cuando pretendía que pasara al “paraíso europeo”, a dos años por homicidio imprudente”. ¡Para que espabilen los desesperados de la tierra.
Entretanto los responsables de la “pésima organización” del espectáculo lúdico musical en el Madrid Arena, en el que murieron cinco jóvenes, aún aguardan el correspondiente juicio . . ¡a ver qué pasa!, ¡a ver cómo se sortea el engorro! . . .
Torre del Mar febrero – 2.016