Pero y qué más da, si el ministro de infausta memoria ya está “conciliado” familiarmente en París, a cuerpo de rey, y “pelillos a la mar”, y solo importaba en su momento alegar y exigir “la excelencia” para justificar las barbaridades y los recortes en la educación, mediante reválidas y otras purgas para que solo “los excelentes” siguieran adelante.
Aunque “los excelentes” también tengan sus lapsus, o sus retorcidas habilidades, ¡en malahora!.
Como por ejemplo ha sucedido con el inefable juez, exmagistrado del Tribunal Constitucional, el señor Enrique López, uno de los dos togados señalados para juzgar “la trama Gürtell”, aunque el tal sujeto, señor muy juez en lo suyo, anduviera y andaba en la órbita pepera, con más de 200 o así intervenciones en la FAES, pagadas y todo, en perfecta sintonía con la filosofía del PP y de la susodicha fundación, estrella del pensamiento del PP, y que en virtud de esa circunstancia se pudiera llegar a pensa que no puede ser, Enrique López, el juez más adecuado para juzgar la trama Gürtell, la trama del PP, ¿o no?, cuando todo el mundo piensa que lo de la mujer del César también cree que podría aplicarse a lo del juez tan afín a las tesis populares, y que, por otra parte, ha resultado un “ilustrado” afín a demasiadas faltas ortográficas, más de 50 en unos 18 folios, como para que nos hayamos sonrojado más de uno, aunque haya sabido dar las explicaciones “oportunas”, o eso cree él.
¡Pues claro que sí!, que el juez en entredicho, que además de idóneo debería parecerlo, lo ha explicado con desahogada suficiencia, porque resulta que dice que “él escribió la apelación o recurso defendiendo su idoneidad con prisa, y que cuando tuvo que dar a “corregir”, dio al botón de “imprimir” ¡mecachis!” y claro entonces saltó el gazapo de 50 errores ortográficos . . . de los que pretende desentenderse impunemente ¡ qué desfachatez!.
Y el trágala se nos supone y exige como si fuéramos todos gilipollas.
Como para admitir que un personaje de la ¿elite? pudiera llegar a cometer tantas faltas porque debía recurrir al final al apartado de “corregir”. ¡Pues vaya excelencia del carajo!. Después de todo el trabajo revisor del ex ministro Wert para que luego un flamante juez de su cuerda no sepa escribir sin cometer faltas ortográficas, ¡mecachis de nuevo!.
Con la de puntos que han perdido nuestros benditos escolares por sus faltas cometidas en el día a día de su aprendizaje académico. Y cuántos ceros cuando esas faltas ya entraban en el apartado de abundantes e intolerables desde las exigencias del profesorado, ¡benditos y vigilantes los maestros y maestras para que sus alumnos no hagan faltas ni “en sucio”!.
Pero en fin ya se sabe que la bula la pretenden tener “algunos”, mientras la plebe vulgar andará tragándose el desparpajo de sus “superiores” como si “no fuera para tanto”.
Y por otra parte y respecto a incompatibilidades de que jueces “demasiado cercanos al PP” sean los encargados de juzgar la trama del PP, es decir la trama Gürtell, pues de eso ni hablamos ¿no? . . . aunque dejen de hacer faltas ortográficas o aunque las sigan cometiendo. ¡qué más da!.
Torre del Mar octubre – 2.015