Pero que en todo caso el no sospechó de nada ni de nadie y que, por lo tanto, ni nadie ni nada le “infundió sospechas”, ¡angelito!: Aprobado.
Como también pasó, primero por cierto, con la candidata a la alcaldía de Collado Villalba, que también supo responder adecuadamente, cuando también se maravilló de que le rodearan corruptos que, según su particular versión, entre poder elegir “vino o cerveza”. . .eligió ¿? : lo peor; pero que ella no tiene la intención de equivocarse y elegir la respuesta. . . ¿incorrecta? o la ¿correcta?., para terminar estropeándolo todo cuando, “la buena candidata”, trató de definirse y aseguró que ella no era “un perro judío”.
En fin, es lo que tiene el adn de estas “cristianas viejas”, con los perros judíos, las judiadas, y demás acervos ancestrales que aún no han sido capaces de soltarlos, tan miserables, tan injustos, tan imperdonables, por mucho que la candidata Mariola que, por cierto, había aprobado, se apresurara a pedir perdón, . . .eso que está tan de moda en el universo cristiano. . .que todo lo. . .¿perdona?.
Y cuasi simultáneamente el atribulado presidente extremeño que ya no sabe si miente o dice verdad, o sí que lo sabe, o simplemente tiene dificultad para distinguir entre lo público y lo privado, ahora que ha estado dedicando a “su sobresaliente equipo” de su cargo actual presidencial para ordenar lo que fue y no fue de sus viajes a Tenerife, habiendo confundido, otra vez, que entre las funciones públicas de su “gran equipo de ayudantes y asesores” no es encargarse de los problemas particulares de su señor presidente. Pero en fin igual resulta que . . .no es tan fácil entenderlo.
Para que, al cabo, vuelva y revuelva la milonga de los viajes a cuenta del Senado, aunque los hubiera empleado en la campaña “Me gusta Tenerife”. . . como si fuéramos todos tan tontos que jamás llegaríamos a probar los exámenes de idoneidad que ahora se están poniendo de moda.
Torre del Mar noviembre – 2.014