Tras superar el desnivel de la playa originado por el reciente temporal, con una temperatura muy agradable y con la mar en absoluta calma, La Rompeola desplegó su esbelto perfil por las aguas próximas y puso rumbo a poniente.
A varias millas de la costa, con la proa de la embarcación hacia la puesta de sol, formando un triángulo imaginario con el monte de San Antón, donde se han descubierto vestigios de Adoradores del Sol, y la Cueva del Tesoro, con su santuario de Noctiluca, antiquísima y misteriosa divinidad lunar de la fecundidad, los componentes de la expedición rememoraron la importancia de ese punto geográfico para los primitivos pobladores de nuestro litoral, anterior a la civilización tartesia.
En unos momentos de gran significación mágica, desde lo más alto de la popa el patrón hizo sonar la caracola para dar inicio a la sencilla ceremonia, en la que con todos los presentes mirando al astro rey, Pablo Portillo pronunció un invocación por la que solicitó a los antiguos dioses buena pesca y viento y mar favorables para la navegación.
Para concluir el ritual y con parte del círculo solar ya oculto tras el cerro de San Cristóbal, desde el castillete de proa algunos tripulantes emitieron varios toques largos de caracola. Un estremecedor sonido para realzar el sereno y dorado paisaje que la Naturaleza ofrecía a los presentes.
En las inmediaciones de la playa de varada de la Rompeola y frente al punto donde tuvo lugar la ceremonia, se encuentra el Parque Prehistórico de La Araña, con cuevas que conservan mensajes de un pasado que abarca decenas de miles de añosy ofrecen restos de los primeros pobladores de toda la bahía.
Desde tiempos inmemoriales se han organizado procesiones con antorchas y fogatas en las cimas de las montañas, en las plazas públicas y frente de las casas. La celebración de la Noche de San Juan la víspera del 24 de junio significa la adaptación del cristianismo a este fenómeno sociocultural de raíces ancestrales que de nuevo el CD Rompeola y la asociación cultural Amigos de la Barca de Jábega han revivido desde el mar.