Respaldada por los ediles Carolina España y Julio Andrade, López se ciñó a un texto que traía escrito, que leyó con nerviosismo y que contenía cinco puntos básicos: admitir el "error" al no abstenerse en la junta de gobierno en la que se aprobaron las subvenciones a los distritos; "lamentar sinceramente las críticas y opiniones negativas al gobierno municipal"; pedir "excusas por este embrollo a los ciudadanos y al equipo de gobierno" y asegurar que "no existe incompatibilidad entre ser responsable del distrito y presidenta de Jarazmín"
Por ello, la delegada aseguró tener "tranquilidad de conciencia" y rechazó la posibilidad de abandonar el Consistorio, ya que "no ha habido ningún trato de favor" a la asociación de vecinos, que en los últimos años "ha recibido las mismas ayudas o menores que el resto de las organizaciones". Respecto al famoso informe jurídico que había encargado, López aclaró finalmente que lo pidió en 2007 cuando era directora del distrito, no delegada, a un miembro de la junta directiva de la propia asociación Jarazmín. En el documento, que leyó someramente, pero no mostró, se establecía la compatibilidad entre ambos cargos, aunque se aconsejaba abstenerse en los temas relacionados con esta entidad vecinal.
Sin embargo, la delegada no se abstuvo cuando en la junta de gobierno se votaron las subvenciones a los distritos "porque se hizo de manera global, en un paquete". "Mi voto no era significativo", afimó.
Al respecto, España anunció que en los próximos días la secretaría general emitirá un dictamen, pedido por el PSOE, para determinar si ha habido incompatibilidad. La portavoz, no obstante, resaltó que el equipo de gobierno cree que no. Por su parte, tanto el PSOE como IU subrayaron ayer que las explicaciones de la delegada son "inadmisibles".
JAVIER GARCÍA RECIO.
a Opinión de Málaga