Teresa Ribera: «Modificaremos la ley de costas porque hay mucho desorden en el litoral»

La DANA de septiembre o la tormenta Gloria nos han puesto ante la nueva realidad de España: el litoral está muy indefenso ante episodios extremos cada vez más frecuentes. ¿Van a revisar las concesiones de ocupación en la costa?

No cabe engañar a la gente, que fue lo que ocurrió en 2013 y 2014 [con la reforma de la ley de Costas del PP] ni intentar engañar a la naturaleza, porque, llega la ola y deslinda. Se acabó. Se ponga como se ponga, contra la naturaleza es muy difícil hacer trampas. Pero hay que ser cuidadosos con respecto a la previsibilidad y a la preocupación que puedan tener los ciudadanos a los que no se les puede marear con cambios drásticos en muy poco tiempo.

Esto nos obliga a pensar con cuidado cuáles son las cosas que, en todo caso, es imposible pensar más allá de una prórroga hasta el límite máximo que permite la Constitución. Y, segundo, de qué modo se facilitan mecanismos de alternativas. Nos podemos encontrar con ciudadanos que tienen poca alternativa para poder preservar sus bienes básicos y lo que hay que pensar es una reordenación del espacio del espacio urbano, que muchas veces están ocupando clarísimamente la playa. No una zona dudosa, no: la playa. Yo creo que esto nos exige responsabilidad, acompañamiento y un debate social que no siempre será fácil.

¿Habrá reforma de la ley de Costas?

Sí, habrá modificación de la ley de Costas. Hay mucho desorden en la costa y estamos gestionando con mucha prudencia la solución de ese desorden. Hay razones objetivas por las que nos conviene preservar la costa y no solamente un motivo ambiental. Por un motivo de seguridad pública de primer orden. Por tanto, hay que pensar en una recuperación de la línea de costa. Insisto, por razones de seguridad de las infraestructuras, de seguridad de las personas en escenarios que cada vez son más virulentos y frecuentes.

VÍDEOAlejandro Navarro BustamanteNando Ochando

¿Cuánto gastamos en reparar el litoral para que luego vuelva a destruirse?

Es difícil de contestar pero, en todo caso, mucho más dinero del que la gente piensa porque hay dinero de seguros –privados y públicos–, hay dinero de distintas administraciones y hay dinero de los particulares que afrontan en muchas ocasiones  sus propios gastos. A veces, precisamente los que más gastos tienen que afrontar son los que menos recursos tienen. Es una cantidad de recursos colectiva puesta en algo que se acaba volviendo a llevar el mar.

No tiene sentido empeñarnos en luchar contra la naturaleza. Más vale pensar con tiempo, con prudencia. En determinados casos habrá que construir infraestructuras de protección porque no queda más alternativa, pero en otros hay que pensar con cuidado y dejar una renaturalización del espacio y una cierta regresión de la línea construida.