Un pasado industrial en peligro

ALEJANDRA GUILLÉN. MÁLAGA Desde el siglo XIX y hasta la segunda mitad del XX, Málaga vivió su máximo esplendor industrial, especialmente en la zona de la playa del barrio de Huelin. Fábricas químicas, metalúrgicas, harineras, aceiteras, harineras, textiles, azucareras, altos hornos jugaron un importante papel para la economía española. La Asociación en Defensa de las Chimeneas y del Patrimonio Industrial y Tecnológico de Málaga lleva doce años de lucha para lograr un espacio en que exponer estos aparatos de la Málaga industrial.
El pasado verano, este colectivo recibió una buena noticia: el apoyo de todos los grupos municipales a la moción presentada por Izquierda Unida-Los Verdes, que propuso la creación de un Museo del Patrimonio Industrial.
Pero este sueño se vuelve con el paso del tiempo más y más inalcanzable, cuando todas estas reliquias del pasado obrero de la ciudad corren un serio peligro de desaparición si no se les habilita un local apropiado donde se puedan almacenar estos vestigios de "forma digna".
Con el desmantelamiento de todas estas empresas, que fueron abandonadas o demolidas, la maquinaria estuvo a punto de caer manos de los chatarreros. Pero los miembros de esta asociación, en su mayoría antiguos trabajadores de estas fábricas, han luchado con mucho esfuerzo y tiempo por recuperar cientos de "piezas únicas" de la Málaga obrera, que fueron donadas por su propietarios a esta asociación.
Actualmente están almacenadas en el antiguo lavadero del Hospital Civil, en un almacén en el Pabellón de la Ciencia del Parque Tecnológico de Andalucía, donde se instaló también un pequeño museo con algunas de estas reliquias, y en los sótanos y garajes de sus casas.
"Durante varios años Intelhorce se convirtió en nuestro almacén, hasta que definitivamente fue vendida. Después, hemos ido trasladando todos estos aparatos de un sitio a otro, pero no paran de decirnos que pronto saquemos las cosas del local del Hospital Civil, porque ese espacio se lo tienen que ceder al SAS. Lo del PTA tampoco va a durar mucho", relata con inquietud el presidente de la asociación, José Antonio Ruiz, que se muestra decepcionado por la falta de apoyo institucional: "Hemos hecho gestiones con todas las instituciones para solicitar un local de unos 200 metros cuadrados, para que todos estos aparatos, herramientas y documentos estén guardados de forma adecuada, y así también nosotros podamos trabajar allí en su catalogación, mantenimiento y conservación, para ponerlo a disposición de la ciudad en un futuro museo. Nadie nos da una solución y estamos muy desilusionados porque es la historia de nuestros padres y abuelos", explicó Ruiz.
Si esta situación no se remedia pronto, según comentan, la maltrecha herencia industrial "acabará en la basura". Hablamos de piezas de gran valor histórico, como unos telares granadinos de finales del siglo XIX, idénticos a los que se usaban en Industria Malagueña; un torno mecánico de 1890 de Talleres Olletas, para el torneado de piezas de hierro y acero; columnas de hierro de la firma Quitapenas, una maqueta de Intelhorce, una imprenta Minerva del XX, modelos de fundición, documentos y planos de la historia fabril de Málaga.

Fuente: La Opinión de Málaga