La archivera Mercedes Jiménez ha recogido el Premio Nacional a la Calidad e Innovación en nombre del proyecto ciudadano ‘La Digitalizadora de la Memoria Colectiva’
La plataforma ciudadana ‘La Digitalizadora de la Memoria Colectiva’, formada por expertos de varias ramas que contribuyen a conservar la memoria audiovisual analógica de los movimientos sociales en España, obtuvo el 5 de octubre el XVII Premio Nacional a la Calidad e Innovación que otorga la Sociedad Española de Documentación e Información Científica.
Una de las dos personas encargadas de recogerlo en Madrid, por formar parte del ‘núcleo duro’ de este proyecto de origen andaluz y sin ánimo de lucro, ha sido Mercedes Jiménez Bolívar, responsable de la organización del Archivo Fotográfico de la Universidad de Málaga. «En la plataforma ciudadana estamos muy contentos, primero porque nos dan un premio nacional y segundo porque nos lo traemos a Andalucía», recalca.
Como destaca, fue la vicepresidenta de la Asociación de Archiveros de Andalucía, Isabel Medrano, la que le planteó este proyecto, dado que Mercedes es una de las pocas personas que en Andalucía trabaja en archivos de imágenes y que además se consultan a través de la web, pues uno de los objetivos principales ha sido la creación de un archivo en línea, con documentos audiovisuales relacionados con los movimientos sociales, «fundamentalmente los realizados entre los años 70 y el año 2000, es decir, en el periodo analógico», precisa.
El resultado, ahora mismo con más de 300 documentos, puede consultarse en la página web ladigitalizadora.org y tiene detrás el esfuerzo desinteresado y en su tiempo libre de archiveros, informáticos, profesionales del mundo audiovisual, de la digitalización, historiadores, antropólogos…
La aventura de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, el Movimiento de Objeción de Conciencia de Sevilla, el recuerdo de una pequeña reforma educativa de comienzos de los 70 en la cuenca minera de Riotinto o un colectivo de cine para barrios periféricos de Madrid… en ocasiones, con comentarios de sus protagonistas en nuestros días.
Como detalla Mercedes Jiménez Bolívar, hay materiales audiovisuales, como los que se grabaron en los años 70, que están en peligro de desaparición, presentes en muchas casas y «sin las condiciones ambientales adecuadas».
La archivera de la UMA también precisa que la idea que se intenta trasladar es que ‘La Digitalizadora de la Memoria Colectiva’ más que organizar esos archivos, se convierta en una suerte de asesoría, «para echar una mano y enseñar a aquellos que tienen esos materiales y que muestran interés por recuperarlos, porque la figura clave aquí es el que posee los documentos».
Así, una vez digitalizado el documento (y en ocasiones, acondicionado previamente) «se le devuelve al propietario y o bien se le da una recomendación para su conservación o bien se le facilita un contacto con alguna institución que pueda estar interesada en quedarse con ese material».
Super 8, cintas de casete, de vídeos Beta, VHS… El proyecto colaborativo de la Digitalizadora se ha abierto además a alumnos en prácticas del máster de archivos y bibliotecas de la Universidad de Sevilla, para que conozcan «cómo se hacen la descripción de los documentos audiovisuales».
De esta manera, estima Mercedes Jiménez Bolívar, con proyectos como este «facilitas el proceso a los que vienen detrás» además de demostrar que gracias a la colaboración, «podemos conseguir cosas que en cierta manera le resultan difíciles a las instituciones».
Abierto a otros fines
Por eso, este premiado proyecto mira más allá y aparte de querer crecer como archivo y como asesor, «también invitamos a explicarle nuestra metodología a otros por si quieren hacerlo por su cuenta, porque a lo mejor la quieres utilizar para otro tipo de contenidos», cuenta quien es una de las mayores expertas españolas, además de pioneras en Atom, un sistema de descripción archivística de código abierto, el mismo software libre que emplea en la Universidad de Málaga.
Por este motivo, Mercedes Jiménez piensa que no sólo el planteamiento de la colaboración ciudadana sino también el haber presentado una solución a la conservación de este tipo de memoria han pesado en la concesión de este premio nacional a la calidad y la innovación.