Un premio que honra a los maestros del mortero y la pala

RAQUEL RIVERA. MÁLAGA Rescatar el arte del ladrillo, con el que se construían antiguamente las bóvedas de cañón o las largas escaleras de caracol es la finalidad del concurso de albañilería que cada año celebra la peña El Palustre de Málaga. La plaza del Padre Ciganda, en el paso marítimo de El Palo, fue el escenario de la cuadragésimo primera edición de este certamen, que reunió a un total de 35 cuadrillas de toda España. "Intentamos que no se olviden las técnicas de obra con ladrillo, que ha sido desterrado por el hormigón", señaló Demófilo Peláez, organizador de este concurso.
Dos troncos de cono simétricos enladrillados unidos por un anillo ha sido el diseño elegido en esta ocasión por el jurado para evaluar la destreza de los participantes. A las 8:00 horas de la mañana se entregó el plano a las cuadrillas, que tuvieron cuatro horas para elaborar la figura de acuerdo a las dimensiones que se establecían en el plano. "Se evalúa la limpieza de la obra, su calidad y la perfección de sus medidas", indicó Vanesa Medina, miembro del jurado. Todos estos requisitos los ha cumplido la figura elaborada por los hermanos José María y Alfonso Jiménez García, procedentes de Riolobo (Cáceres), que recibieron el primer premio, dotado con 6.000 euros, y dos trofeos. "Es una satisfacción este galardón, porque reconoce el trabajo de toda una vida", asegura José María, quien recomienda desarrollar este oficio con paciencia.
Este concurso de albañilería, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga, Diputación, el Colegio de Arquitectos o las empresas Sando o Cementos Goliat, se ha convertido en un referente nacional para los profesionales de este campo de la construcción, según explicó su organizador. Se valora la calidad arquitectónica del ladrillo, que ha quedado relegado a los tabiques porque las normas de edificación imponen nuevas formas de producción con hormigón.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que fue el encargado de entregar los trofeos a los ganadores, resaltó la "calidad" de este certamen, en el que participaron ocho cuadrillas de la capital y las veinte restantes de distintas provincias de España, como Sevilla, Granada, Badajoz, Cáceres o Madrid. Este año el jurado ha querido distinguir el tesón del albañil Manuel Zaragoza León, que destruyó su obra en el concurso, porque no se ajustaba a las dimensiones del plano, y la reelaboró, aunque quedó fuera del certamen.